Gijón-Laviana será una línea «nueva» este año y Langreo estrenará estaciones en 2025

Superado el rato de tensión, la hormigonera libera la mezcla y una cuadrilla se afana para disponer el concreto, evitar las burbujas de aire, mantener el ritmo. Cada semana materializan 150 metros de nueva losa de hormigón y quieren seguir así.

Escenas como esta se repiten por toda Asturias. Para poner al día la red de cercanías el Ministerio de Transportes sigue un plan estimado en 1.578 millones que cuesta vigilar. Son ocho las líneas de ancho convencional y métrico, 156 las estaciones, 369 los kilómetros de vía. El programa incluye cambiar el balasto, traviesas, carril y demás elementos en once tramos (con un importe de 327,75 millones), renovar la señalización en siete (con 146,21 millones), duplicar vía o soterrar vía en cinco segmentos (con 143,14 millones) y cambiar la electrificación en cinco (con un coste estimado de 34,79 millones). Hay catorce pasos a nivel que serán sustituidos por puentes o túneles (con un desembolso de 44,3 millones).

Los estudios, proyectos, contratos de obra y de suministro obligan a coordinar más de cien contratos distintos. Cada pieza debe amoldarse a las demás para ir completando el puzzle. Falta mucho, pero también se hace más que nunca.

El pasado año Adif, la empresa pública encargada de la infraestructura, liquidó unidades de obra por importe de 54,8 millones, un 51,8% más que en 2022. Por tener una referencia, en 2018, primer año con el plan aprobado, se inyectaron siete veces menos, 7,4 millones. Cierto que el presupuesto que se aprueba cada curso da para hacer más, pero también que ese diferencial es habitual en las cuentas de Adif en todas las comunidades. La persistencia apunta a que las partidas se aprueban al alza, con más voluntad política que realismo técnico.

En estos momentos hay trece actuaciones en fase de ejecución: con trabajos en marcha o a punto de empezar para renovar Gijón-Laviana y Colloto-Infiesto, cambiar la señalización en Gijón-Pravia, Oviedo-Trubia y Trubia-Collanzo, culminar el soterramiento de Langreo y el puente de Nicolás Soria, eliminar tres pasos a nivel en Langreo, Aller y Pravia. Hay también equipos instalando nuevos sistemas de información al viajero en las estaciones.

El frente más avanzando y cuyas ventajas mejor percibirá el viajero es Gijón-Laviana. «Estamos invirtiendo en esta línea cerca de 140 millones para que sea totalmente nueva», destaca Antonio Berrios, comisionado para las cercanías en Asturias y Cantabria. De nuevo, todo es un mecano. La base de la modernización es un contrato de renovación integral que permite cambiar traviesas, balasto, carriles, postes de catenaria. A ello se sumó una renovación del sistema de señalización, trabajos para asentar el terreno, que obligan ahora a cortar el subtramo Gijón-El Berrón 41 días, la culminación del soterramiento de Langreo.

«A finales de este año o inicios del próximo tendremos la renovación terminada y en el segundo semestre de 2025 pondremos en servicio el soterramiento y las estaciones de Nuevo Langreo y Sama de los Llerones», avanza Berrios. Entre tanto se licitará la redacción del proyecto para duplicar los siete kilómetros de vía entre Sotiello y La Florida, segmento congestionado. «Duplicar ahí permitirá a las mercancías de Trasona ir hacia el Pais Vasco por Aboño, circulando sin tener que apartarse con los cercanías al circular en vía doble», justifica.

Es una ambición para el medio plazo. La prioridad ahora son las renovaciones integrales (que sustituyen partes de la infraestructura que hace tiempo superaron su vida útil) y empezar a sacar partido al soterramiento iniciado en 2009. Hay ahora una media de 135 trabajadores involucrados en esas obras, con momentos en los que se rozan los 200. Son 35 las empresas asturianas subcontratadas en todos los tajos.

La nueva Gijón-Laviana avanza así, tramo a tramo, pero después habrá más. El Plan de Cercanías aspira a renovar 212 de los 247 kilómetros de vía de ancho métrico, el asociado a Feve. Los siguientes pasos en esta puesta al día serán reactivar la modernización de Colloto-Infiesto y lanzar la primera renovación en ancho convencional, en el estratégico y saturado tramo Lena-Oviedo.

Suma y sigue hasta conseguir una red del siglo XXI.