El hospital «de todos los asturianos» ya trabaja en «la medicina del futuro»

Esta frase de la actual directora médica del HUCA, María José Villanueva, resume el empeño de estos diez años por el trabajo multidisciplinar, en el que ese «empaste de voces» bien afinadas se traduce en colaboración estrecha entre distintos servicios y especialidades. Y esa forma de funcionar «como equipos multidisciplinares tiene que ser», según Beatriz López, gerente del HUCA, «la sanidad y la medicina del futuro que se está cocinando en este hospital de vanguardia».

Ayer, se cumplía el décimo aniversario de su entrada en servicio, tras unas obras –y un traslado– que duraron casi tantos años como los que han transcurrido desde la inauguración oficial del complejo sanitario de La Cadellada. La efeméride se celebró con una jornada monográfica en la que compartieron su día a día algunos de los profesionales que «aportan valor» al Hospital Universitario Central de Asturias y que han sido partícipes de «su revolución» tecnológica y asistencial.

El doctor José Antonio Fidalgo habló del llamado 'corsé HUCA', un corrector de la escoliosis que se fabrica a medida del paciente mediante impresión 3D y materiales de última generación. Con él, ahorran al sistema de salud 500 euros por unidad y tratamiento. El hospital asturiano es el único centro público de Europa que utiliza esta tecnología para alinear la columna, y está trabajando en nuevos proyectos de investigación que «nos llevan a mirar al futuro con ilusión».

También se hizo balance de la evolución que la genómica ha experimentado en Asturias a través de la intervención de quien fuera directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (Ispa), Victoria Álvarez. «El mayor proyecto ha sido crear una plataforma de secuenciación masiva», destacó del «trabajo en equipo» que se ha realizado todos estos años para tratar de desentrañar el origen genético de tumores y enfermedades raras. «Somos la única comunidad que cubre la cartera de servicios en genética genómica del sistema de salud», incidió.

Por su parte, Rubén Sigüenza se refirió a las llamadas terapias CAR-T, que ha supuesto un salto de gigante en el tratamiento de determinados tipos de cáncer, particularmente, los hematológicos. El HUCA tiene autorización para aplicarlas desde hace un año y ahora aspira a poder fabricar sus propios fármacos CAR-T, para poder «convertir los linfocitos T en Terminator, aumentando su poder destructivo», sin tener que recurrir a laboratorios externos. «Son terapias que no conocen límites y nosotros hemos puesto las bases durante estos diez años para que, dentro de otros diez, esos límites se acerquen», aseguró el doctor Sigüenza.

Eduardo Murias contó cómo el HUCA ha avanzado en materia de salud vascular cerebral desde que, en 2013, trataban por un ictus en el viejo hospital de El Cristo a la famosa periodista Victoria Prego, reciéntemente fallecida. El área de Neurorradiología Intervencionista ha pasado de 300 pacientes a 1.500, cuenta ahora con cuatro angiógrafos –el último que ha incorporado el HUCA «es el mejor del mercado»– y es parte de un código ictus que se pone como ejemplo a nivel nacional.

La jornada entró, además, en el corazón del nuevo HUCA gracias al jefe de su Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista. Pablo Avanzas dio unas pinceladas de por qué el Hospital Central de Asturias es un referente en la especialidad, con un equipo que ha recibido premios a la excelencia, lidera investigaciones internacionales y ha conseguido reducir la mortalidad por infartos un 20%.

En el acto de ayer se le dio voz también a los profesionales de Farmacia Hospitalaria, un servicio que dispensa 12 millones de unidades al año. Miguel Alaguero dio a conocer un sistema de trabajo completamente automatizado, que permite la prescripción de 2.300 medicamentos y pone a disposición del hospital 1.323 protocolos. Y al equipo de logística y mantenimiento, que, por boca de Josu Jiménez, responsable del Servicio de Ingeniería, recordó la importancia de 'los manolinos', la flota de robots que traslada la comida y suministros en el HUCA, uno de los pocos hospitales que cuenta con esta tecnología.

Y, por supuesto, se escuchó a las enfermeras, a quienes «acompañan mientras te cuidan». En concreto, a Lorena Pérez, que forma parte de la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos del hospital, máximo exponente del acompañamiento y del cuidado. Durante su intervención, puso una grabación que lo dice todo de la labor que desempeñan: «Soy Rocío, madre de Telma, una niña con parálisis cerebral. Cuando la vida te golpea, qué suerte contar con un equipo así, que te hace sentir que tu hija no es un número e ir al hospital ya no es algo hostil».

La historia del HUCA se ha escrito con logros y avances como los que ayer describían estos ocho profesionales. Un ejemplo de «por qué éste es el hospital de referencia, el hospital de todos los asturianos».