«Es imperativo empoderar a las niñas para que cursen carreras científicas»
«La covid nos ha dado una gran oportunidad para atajar la desigualdad de género en la Ciencia», afirma la epidemióloga Raquel Medialdea
EVA FANJUL
GIJÓN.
Miércoles, 16 de diciembre 2020, 02:02
«En los últimos 120 años, de los 934 premios Nobel galardonados en Medicina, Física y Química solo el 6% se entregaron a mujeres, es decir, 58 veces frente a las 876 que se dieron a hombres», indicó ayer la epidemióloga gijonesa Raquel Medialdea. Con estos datos, que evidencian la desigualdad de género existente en el ámbito científico, la biotecnóloga y especialista en Salud Pública comenzó su ponencia sobre Mujeres en profesiones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en sus siglas en inglés). Su intervención abrió ayer la primera de las dos jornadas de Futuro en Femenino, el programa de EL COMERCIO que cada año analiza y visibiliza la labor a favor de la igualdad de género en Asturias. En esta ocasión, las jornadas se realizan 'online'. La primera, celebrada ayer, se dedicó a la presencia de la mujer en las profesiones científico técnicas. Hoy, se abordará la violencia económica.
Publicidad
Raquel Medialdea trabaja en estos momentos para el Centro Europeo de la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC) y para la Organización Mundial de la Salud. Está convencida de que a pesar de las dificultades el futuro de la Ciencia y de las mujeres en ella es alentador. Pero también señala que para despertar más vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en las jóvenes se necesita visibilizar a los «referentes femeninos de la Ciencia», porque los hay. También, que «es imperativo empoderar a las niñas para que cursen careras científicas».
En este sentido, destaca que «si hace once años, cuando acabé el instituto, me hubiesen dicho que iba a trabajar en cinco continentes distintos, liderando estudios y equipos de respuesta a epidemias con agencias internacionales como es el ECDC o la OMS, os aseguro que nunca me lo había creído». Pero lo hizo y lo sigue haciendo a pesar de encontrarse con trabas en el camino por el hecho de ser mujer.
Contó, cómo en un laboratorio en el que trabajó en Belfast, los compañeros «aprovechaban» para tocarle la pierna cuando le explicaban alguna cosa. En su estancia en Sierra Leona, muchos trabajadores locales no le hablaban por ser una mujer. También contó cómo cuando presentaba el resultado de sus trabajos, a sus compañeros hombres les felicitaban y a ella le «agradecían que hablara de mis avances con una bonita sonrisa». Es más, incluso, algunos jefes llegaron a pedirle que sus artículos científicos «los firmasen primero mis compañeros hombre para que hubiera una mayor probabilidad de que ese artículo fuera aceptado».
En India, sus compañeros no entendían que pudiera «ser una mujer científica que hubiese viajado sola y que no estuviera casada. No permitían quedarme sola a trabajar o volver a casa sola». A pesar de todo este rosario de vicisitudes, Medialdea se siente «afortunada», porque asegura «se encontró un as barreras mínimas» comparadas con las que enfrentan el resto de sus compañeras, particularmente en países en desarrollo.
Publicidad
Desigualdad en España
Para esta epidemióloga uno de los primeros pasos es dar a a conocer a «las grandes científicas de la historia mujeres». También recordó que para entender lo grande que es la desigualdad de género en el ámbito científico solo hay que observar los datos». En España, «tan solo el 28% de los alumnos matriculados en carreras STEM son mujeres, frente al 72% de hombres. El porcentaje de mujeres en la escala de profesores de investigación del Consejo Superior de investigaciones Científicas (CSIC) todavía se sitúa por debajo del 27% frente al 73% de hombres». Añadió que, « solo el 35 % de los proyectos del CSIC están liderados por mujeres». Y en cuanto a la brecha salarial, recordó que «el sueldo de la mujer es un 21% inferior al del hombre».
Pero estas diferencias no solo son patentes en España. «En 2020, de las 500 empresas tecnológicas más importantes del mundo menos del 6% tiene una CEO o directora mujer», señaló. Esto demuestra que «las mujeres siguen siendo una minoría en los roles directivos y de liderazgo en el ámbito científico». Los datos no dan lugar a duda de que «aún no se han alcanzado una igualdad de oportunidades en el ámbito STEM, pero hay motivos para el optimismo y hay que trabajar juntos para reducir la brecha de género», insistió.
Publicidad
La epidemióloga recordó que la pandemia del coronavirus ha evidenciado más si cabe la situación de desigualdad de género en el ámbito científico. Asegura que en los hogares en los que se hace ciencia el reparto de las tareas domésticas «no es equitativo». No obstante, opina que la covid «nos ha dado una gran oportunidad para atajar la desigualdad de género en el ámbito científico». Y recordó la importante labor que están llevando a cabo las científicas en la lucha contra le virus. Tres de ellas «están liderando los proyectos de vacunas más prometedores frente al covid».
En España las mujeres también lideran el frente contra la pandemia: «Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología, Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III y Rosa Menéndez, presidenta del CSIC, la lista es interminable», destacó.
Publicidad
Hoy, el abordaje de la lucha de por la igualdad de género continúa en la segunda jornada de Futuro en Femenino, dedicada a la Violencia Económica. El programa, que se emitirá en directo a partir de las 19 horas, comenzará con la ponencia de Carmen Castro, economista especializada en modelos de bienestar, políticas europeas de género y permisos por nacimiento, sobre violencia económica y teletrabajo. Y continuará con una mesa redonda sobre patrones de educación y el arte, en la que participarán la escritora Laura Fjäder y la promotora de musas disidentes, Marian Moreno. A las 20 horas se entregará el premio Futuro en Femenino 2020 a la ganadera Lucía Velasco por su lucha por la igualdad desde su ámbito, la ganadería.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión