Turismo

El lleno turístico dispara los precios: 105 euros por dormir en una pensión en Asturias

Reservar plaza en Asturias para el primer fin de semana de agosto es, prácticamente, misión imposible. La región tiene una media de ocupación del 96%, que llega al pleno en hoteles de cuatro estrellas (99%) y en casas rurales (99%). La opción más barata, reservada con 48 horas de antelación, supone desembolsar 70 euros por día (en habitación doble) y alojarse en un hotel de dos estrellas del concejo de Aller.

Si se busca en la fórmula más demandada, la de hoteles de cuatro estrellas, lograr habitación doble en las principales ciudades supone, como mínimo, pagar entre 112 euros, si se apuesta por el centro de Oviedo, o los 236, si lo que se busca es estar frente al mar de Gijón.

Y lo mismo ocurre en la temporada alta, el ecuador de agosto. Entre el 11 y el 15 de agosto, la ocupación es total en Asturias con precios que van desde los 30 euros por día en habitación compartida en un albergue de Tineo a los 104 euros que pide, para una habitación doble, un hotel de 3 estrellas en el centro de Gijón. En Oviedo, un albergue pide 60 euros por día en una habitación compartida y la tarifa más baja en Avilés la ofrece un hotel céntrico de tres estrellas: 134,2 euros.

Especialmente llamativo es lo que cuesta pasar en Gijón la noche de los Fuegos. Por dormir en la villa de Jovellanos el 14 de agosto, lo más barato son los 60 euros que pide un particular por una habitación sin baño privado en piso compartido. O los 105 euros por habitación doble en una pensión céntrica. Tener habitación con vistas al espectáculo pirotécnico sube a 236 euros.

Todo porque en agosto «Asturias llena», confirman al unísono los portavoces del sector turístico. Los mismos que suman una coletilla a la aseveración «Y menos mal, porque si no llenamos en agosto...»

Las diferentes modalidades de alojamiento turístico en Asturias esperan batir, de nuevo, el récord de turistas y estancias vendidas en el verano. Y lo hacen con los datos de reservas «cerraremos con un 90%», avanza Fernando Corral, vicepresidente de Otea especialista en hoteles; «estamos completos», reconoce Ana Soberón, presidenta del Clúster Rural; «esperamos llenar, pinta muy bien», apunta Laura Arias, presidenta de Campings de Asturias. «En agosto, Asturias siempre llena», coincide Iván Rodríguez, presidente de la Asociación Asturiana de Alquileres de Corta Estancia y propietario de la consultoría R2R.

Pero lo hacen, también, con los números cerrados del primer semestre: por primera vez, el sector turístico asturiano superó los dos millones de pernoctaciones vendidas entre enero y junio. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que por los hoteles, campings, casas rurales y apartamentos turísticos asturianos pasaron 982.554 personas y se vendieron 2.074.287 estancias. El Principado hace sus propias cuentas y sube esas cifras a más de un millón de turistas y de 2,1 millones de reservas al sumar, también, los resultados de los albergues asturianos en el primer semestre.

Unos números que los empresarios reconocen, pero a los que quieren poner a enfriar. Porque al igual que todos coinciden en que «tenemos más turistas», también son unánimes a la hora de lamentar que «la rentabilidad no ha subido».

Fernando Corral, experto en gestión hotelera, tiene tan claro que «el primer semestre ha sido bueno», como que «la rentabilidad no mejora debido a los costes energéticos, a la subida de los salarios un 3,5% y a la inflación que sigue subiendo los costes de los suministros». Y los números vuelven a sustentar sus palabras.

Para garantizar la viabilidad de un negocio turístico se necesita una media de ocupación del 50%. Tasa que queda muy lejos de las medias anuales registradas por el sector asturiano. En el primer semestre, la tasa de ocupación más alta fue la registrada en los fines de semana de abril, cuando se llegó al 29,77%. Todo gracias al tirón de la Semana Santa. En junio el porcentaje se quedó en el 23,08% y en enero en el 6.7%.

Todas ellas inferiores a las tasas prepandemia. Porque en 2019, el último año antes de la pandemia de covid que paralizó el mundo, la hotelería asturiana llegó en abril al 30%, también por el efecto Semana Santa. En junio, la media de ocupación en los fines de semana subió al 29,38%, siete puntos por encima del resultado de junio de este año. Solo en los meses de enero y febrero de 2023 se superaron las medias en fin de semana prepandémicas, con 6,70 y 12,53%, respectivamente, frente al 6,61 y 10,74% de enero y febrero de 2019.

Una ocupación inferior que también está ligada al incremento de la oferta. Ha cerrado Asturias el primer semestre del año con 108.025 plazas de alojamiento. La mayoría, 29.278, corresponden a hoteles. El último año prepandemia, cerró Asturias con 14.294 plazas menos: 93.731.

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