Cabranes reabre la pelea por su frontera con Villaviciosa

El Ayuntamiento de Cabranes ha reabierto el expediente para esclarecer sus límites con Villaviciosa. Concretamente, la titularidad de 200 hectáreas de la zona de Giranes que hace veinte años fueron inscritas erróneamente en el término municipal maliayo. El equipo de gobierno ha decidido ahora retomar esta lucha ante los problemas que está situación está causando a un gran número de vecinos. «Últimamente nos están llegando muchas quejas vecinales por cambios de titularidad, herencias... Hay propiedades que están registradas en Cabranes, pero que catastralmente aparecen en Villaviciosa y eso es un problema», explica el alcalde, Gerardo Fabián.

Esta circunstancia se remonta a hace dos décadas, cuando por error doscientas hectáreas de Cabranes pasaron a inscribirse como parte de Villaviciosa al aprobarse su uso como coto de caza. Ya entonces el equipo de gobierno inició un expediente para revertir la situación, pero no ha sido hasta ahora, con el Plan General de Ordenación Urbana ya aprobado y en vigor desde 2019, cuando el proceso ha comenzado a esclarecerse. «Hasta entonces no teníamos un documento trabajado tan claro que determinase todos los deslindes con datos catastrales», indica Fabián, quien recuerda que además «siempre prevalece más el acta más antigua, aunque luego se hayan aprobado otras posteriores».

El expediente deberá ser aprobado ahora en el próximo Pleno de octubre. Tanto Cabranes como Villaviciosa deberán crear su propia mesa de deslinde para analizar la situación, analizar toda la documentación antigua que existe al respecto y emitir un informe. En el caso de que no hubiese un acta común, es decir, que ambos concejos no se pusiesen de acuerdo sobre la titularidad de dichos terrenos, sería la Dirección General de Cartografía del Principado quien tendría la última palabra. «Pueden decidir elaborar una tercera acta, requiriendo documentación, o decidirse por una de las dos presentadas».

Un procedimiento complejo que el regidor estima pueda durar varios años. «El proceso de deslinde debería ser equivalente en plazos a un Plan General de Ordenación. Estamos hablando de cuatro años aproximadamente», apunta. Aún así, se muestra optimista, puesto que entiende que ahora mismo Villaviciosa «está en consonancia política» con Cabranes y que debería ser factible llegar a un acuerdo.

Cabranes aprobó su Plan General en 2017, aunque este no entró en vigor hasta dos años después. Disponer de dicho documento les ha permitido retomar importantes procesos en materia de urbanismo como la demanda de vivienda o este deslinde. El planeamiento anterior databa de 1998 y se había quedado obsoleto, llegando a ser un problema para el crecimiento del concejo. En su caso, el procedimiento para su aprobación se alargó durante quince años.