«Volvemos con muchas ganas»

«Volvemos con muchas ganas y optimismo», confesaba ayer por la mañana Efrén González, propietario del restaurante El Portal. Alrededor de la una del mediodía ya tenían alguna reserva - «estamos arrancando, tras más de dos meses cerrados habrá mucha gente que ni se haya enterado», decía con cautela-, pero al final de la tarde ya podía asegurar, tranquilo, que El Portal había recibido a cincuenta comensales en su primer día abierto después de que el pasado 7 de noviembre un argayo provocado por las intensas lluvias forzase su cierre, así como el desalojo de las cuatro viviendas cercanas.

Fue, con mucho, «el peor momento» en la trayectoria del hostelero, que abrió el local con su pareja hace seis años. Ambos viven del restaurante, por lo que la urgencia por volver a trabajar era máxima. Igual que el alivio que sintieron al ver que, pese a esos meses cerrados, el público respondió. «La verdad que no esperábamos tanta gente», celebraban a última hora. Entre los clientes, algunos conocían la situación y ansiaban poder regresar al local y otros ni siquiera se habían enterado del suceso, pero la mayoría coincidía en la importancia de evitar incidentes similares en un futuro: «Está claro que hay que hacer vigilancia sobre los taludes peligrosos, controlar los desbroces para que no se elimine demasiada vegetación y vigilar las zonas arcillosas donde pueda haber más movimiento de tierra», opinaba Astor Álvarez, de Soto de Ribera. El avilesino Pablo García, por su parte, mostraba su apoyo a los hosteleros: «Es un fastidio que un restaurante como este, en una zona tan visitada, tenga que estar cerrado por este tipo de cosas».

Es cierto que «queda todavía obra por hacer, pero es un alivio que la cosa no haya ido a más. Esperemos que siga así», valoró por su parte el delegado territorial, Luis Batalla, quien agradeció el trabajo realizado tanto por el alcalde, Alejandro Vega, como por el concejal de obras, Marcos Ortiz, y el ingeniero municipal, Cristian Merino. En marcha se puso en cuanto obtuvo permiso para acceder a la zona Iván Sierra, copropietario del restaurante Las Terrazas, con el objetivo puesto en reabrir el 1 de febrero. «Llevamos casi tres meses sin trabajar y desalojados, buscándonos la vida como podemos». Pero tiene claro que la puerta de su restaurante volverá a abrir en cuanto se solucionen los desperfectos e invita a los clientes a «no olvidarse de nosotros» pese a esos tres meses de cierre forzoso.

Quien, aún lamentándolo, no volverá es Andrés Fernández, vecino del ático ubicado encima de El Portal. Tras el suceso se alojó en Posada, y allí seguirá: «La experiencia fue traumática». «Creo que la montaña va a volver a argayar, y no quiero regresar y pasar miedo otra vez cuando llueva». Sus vecinos, que son ya «como de la familia», le animan a regresar, pero el argayo supuso para él «el final de una etapa» tras doce años en Tazones.