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La manifestación feminista del 25N recorrió este año la calle Uría de Oviedo, con participación de más de un millar de personas. PABLO LORENZANA

El movimiento feminista pide «pasar a la ofensiva» para frenar «el terrorismo machista»

La lluvia no impidió la celebración de actos en toda la región, con más de un millar de personas en la manifestación convocada en Oviedo

Chelo Tuya

Gijón

Viernes, 26 de noviembre 2021, 04:14

No pudo ser en la Escandalera. Tampoco en la plaza Porlier. El final de la manifestación feminista que, cada 25N, recorre alguna ciudad asturiana, concluyó ayer en el ovetense Paseo de los Álamos, a los pies del Parlamento asturiano iluminado de malva. Y las participantes, -más de 600 personas, según la Policía Nacional, más de un millar, según la entidad convocante, la Plataforma Feminista d'Asturies- señalaron con sus cánticos al que consideran culpable de cercenar la protesta: el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli.

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Una protesta, la de Oviedo, marcada por la tromba de agua que acompañó parte del recorrido, pero que no evitó, como no lo hizo en toda la región, que miles de personas salieran a la calle para reivindicar el fin de la violencia machista. El manifiesto leido anoche tras la marcha lo dejó claro: «hay que pasar a la ofensiva» y hay que hacerlo «unidas» para «frenar el terrorismo machista».

Porque, como señaló Raquel Díaz, del 8M, ayer portavoz de la marcha, «a pesar de todas las reivindicaciones que estamos haciendo, las cosas no cambian. Es más, ha aumentado la violencia con el confinamiento. Las cifras lo demuestran». Una sensación que comparte Flor Tejo, de Muyeres de la Escandalera, encargada ayer de leer el manifiesto. «Queremos visibilizar las violencias machistas que sufrimos las mujeres», de las que destacó «el alarmante crecimiento de la violencia vicaria y de la sexual», por lo que considera que «basta ya de silencios».

Vídeo.

Recordó Tejo que «la violencia institucional, que no es un invento de las feministas como quieren hacer creer los partidos ultraconservadores, se trata de una vulneración de los derechos humanos y eso lo sabemos bien en Oviedo, al eliminar del callejero los nombres de once mujeres».

Respecto a la menor participación en la marcha de ayer, las organizadoras lo tienen claro. «La lluvia ha sido un inconveniente, pero, aún así, estamos más de mil personas aquí». Jessica Castaño, de la Plataforma Feminista, resumió: «Está frío, está feo, pero hay que estar. La violencia machista también es algo feo y diario. No valen excusas para no venir». No obstante, también explicaron que «hemos descentralizado las convocatorias. Ha habido actos en Gijón, en Avilés y ante la mayoría de los ayuntamientos de la región. Nos hemos dividido para hacernos más visibles», dijeron.

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Como hicieron visible, al finalizar la marcha, «las miles de violencia que sufre una mujer a lo largo de su vida». Se escenificó la historia «de una niña afortunada, nacida blanca y en un país democrático», lo que no evitó que «sufriera violencia en la escuela, violencia machista, violencia sexual, acoso laboral, violencia vicaria, violencia económica» en un relato con una cara, pero miles de nombres.

Para frenar todas esas violencias, la Plataforma Feminista d'Asturies lo tiene claro: «Tenemos que luchar unidas por nuestras vidas. Hay que pasar a la ofensiva». Para Sara Combarros, del 8M, «la respuesta que necesitamos es un cambio estructural que garantice la libertad y la autonomía de las mujeres».

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Sin declaración de la Junta

Las consignas clásicas, 'Vivas nos queremos' 'Ni una menos' 'Ista, ista, ista, Asturias feminista' fueron coreadas de forma incansable durante las casi dos horas que duró la marcha por la calle Uría. Una en la que participaron mujeres y hombres, muchos hombres, de todas las edades.

Con pancartas, como las del Sindicato de Estudiantes, UGT, CC OO, IU, Podemos, Amnistía Internacional, o sin ellas. Los mayores aplausos los recibió una profesional de la limpieza que se asomó desde la oficina en la que trabaja para aplaudir la marcha. El aplauso que devolvió su gesto fue atronador.

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Como lo fue, también, el que siguió a la referencia a las trabajadoras de ayuda a domicilio, en batalla legal para conseguir mejoras en las condiciones laborales. Y atronador fue, también, el abucheo a los negacionistas, personificados en Vox.

Porque, de nuevo se convirtió en el partido que impidió que la Junta General del Principado realizara una declaración institucional contra la violencia de género. Por ello, PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, IU y Foro firmaron una declaración conjunta, en el que dejaron claro su «compromiso de no dejar de avanzar hasta erradicar de nuestra sociedad la violencia machista». Una que ha matado este año a 37 mujeres. Una de ellas, la asturiana Teresa Aladro. Su nombre, también fue recordado entre aplausos.

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