La Navidad empezará con lluvia y calor y terminará con frío

Todos los asturianos están pendientes del tiempo que hará en las cada vez más cercanas Navidades y la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha hecho un avance de cómo serán las próximas tres semanas. El caso es que habrá un poco de todo. En la semana de Nochebuena se esperan unas temperaturas medias ligeramente mayores a la normal de la época, mientras que las precipitaciones serán las normales. La situación empeorará en las semanas de Nochevieja y Reyes, pues la temperatura será ligeramente inferior a la normal y las precipitaciones aumentarán. Hay que tener en cuenta que lo considerado normal, tanto en temperaturas como precipitaciones, resulta de una media tomada como referencia los datos registrados entre los años 1981 y 2010.

Es difícil realizar predicciones a largo plazo, pero la Aemet también ha elaborado una estimación de cómo será el invierno en la región. Parece que todo apunta que resulte una estación cálida y seca, aunque la incertidumbre al respecto es bastante grande.

La delegación territorial de la Aemet ya ha analizado los datos del otoño y su conclusión es que fue seco, muy cálido y muy soleado, marcado por el carácter del mes de noviembre. Según el delegado territorial, Ángel Gómez, «durante los once primeros meses del año, en Asturias la precipitación acumulada ha sido menor de lo normal y la temperatura media fue la más alta registrada desde 1961».

Analizando por zonas, se puede decir que el otoño fue cálido en las zonas de Gijón, Oviedo, Rioseco, Pajares, La Barca, Ibias y La Zoreda, mientras que en el resto de la región fue muy cálido. La temperatura media alcanzada en otoño en la región fue de 13,3 grados, es decir, 0,6 grados por encima de lo normal. Pero hay que llamar la atención sobre lo excepcional de noviembre pues, con una temperatura de 11,1 grados, fue dos grados por encima de lo considerado normal.

En cuanto a las precipitaciones, el otoño resultó normal en la franja costera comprendida entre Cudillero y Colunga. En el resto de la región fue seco, exceptuando una amplia área del occidente asturiano, que fue muy seco. Todo ello da como resultado que el de 2020 fue el séptimo otoño más cálido en Asturias desde el año 1961 y el decimocuarto más seco.

Lo que ha hecho cambiar un poco el panorama fue lo ocurrido en los primeros diez días de diciembre, con «precipitaciones muy abundantes y un episodio de nevadas importante», explicó Gómez. De cualquier modo, en lo que llevamos de año la precipitación acumulada en el Principado está por debajo de lo normal, con excepción del área central.

Otro aspecto analizado por la Aemet es la actividad tormentosa y las descargas de rayos sobre la región. De septiembre a noviembre se detectaron 1.438 descargas, siendo los días con mayor actividad tormentosa el 14 de septiembre, con 529, y el 17 del mismo mes, con 329. La zona más afectada fue el suroccidente.

En los últimos tres meses se registraron, además, una serie de valores extremos destacables. El 13 de septiembre, con motivo de la llegada de una masa de aire africano, se alcanzaron los 34,7 grados en Mieres. En octubre azotaron la región dos borrascas. El día 1 fue 'Álex', que llegó con vientos de 102 kilómetros por hora, en Taramundi, y precipitaciones de 74,6 litros por metro cuadrado, en Colunga. El día 19 de octubre llegó 'Bárbara', con una racha máxima de viento de 132 kilómetros por hora, en Cabrales.