«Hay que ir buscando el relevo, alguien que dé continuidad a L'Amuravela»

-Este año regresa a su emplazamiento habitual; imagino que es algo que ilusiona a todos los vecinos.

-Ganas teníamos todos. No será del todo normal, ya que lo habitual es que la gente atienda el sermón de pie, pero esta vez se colocarán sillas alrededor del barco por cuestiones sanitarias, que la salud es lo importante. Más que nada es para evitar aglomeraciones, y aunque es un acto que dura poco tiempo, aproximadamente una media hora, por precaución la organización decidió poner las sillas. Habrá gente que esté de pie, inevitablemente, pero lo que son los alrededores sí que estarán con sillas.

-¿Se tomará alguna medida más?

-No. Cierto es que ya se puede estar sin mascarilla al aire libre, pero se le pedirá a la gente que la utilice. Es un ruego que hago personalmente, que durante todo el acto, estén sentados o de pie, la lleven puesta, para tomar todas las medidas posibles para que en L'Amuravela no haya ningún tipo de contagio. Ya el año que viene tendremos tiempo para celebrar como se ha hecho siempre y volver a la normalidad, que es lo que todos esperamos.

-La pandemia será una parte importante de sus versos, pero ¿qué otros temas son protagonistas este año?

-Destacaría que este año me salió una Amuravela más local que otras veces, con una connotación más de Cudillero, pero por lo demás toca, como es normal en este texto, los acontecimientos nacionales e internacionales del año. Las elecciones de Estados Unidos, o las de Madrid, la polémica con los cuadros de la Fundación Selgas, y sobre todo, los temas de la mar. Pedirle a San Pedro de una vez que nos saque de esta pandemia y que el año que viene podamos celebrar esta fiesta con normalidad, con orquestas y verbenas como se merece.

-Se echa de menos ese concepto de fiesta, pero que se pueda recitar el pregón, tanto este año como el pasado, tendrá un gran valor.

-Por supuesto. Para todos los pixuetos es muy importante que haya L'Amuravela. Entendemos que no haya fiestas u orquestas, pero lo que no concebimos es que llegue el día de San Pedro y que no podamos darle las novedades como es habitual. Es una tradición del siglo XVI, solamente se interrumpió mientras estuvo prohibida, pero desde el año 1946, nunca San Pedro faltó a su cita. Incluso el año pasado, haciendo como se hizo en la iglesia por las circunstancias especiales, San Pedro bajó a la Ribera y dio la vuelta a la lancha de L'Amuravela y escuchó la copla de Cudillero.

-En su caso, esta será la 37 edición recitando L'Amuravela ¿Cómo se siente al estar tan cerca de cumplir las 40 ediciones?

-Llevo 37 recitándola y 27 escribiéndola. Soy el recitador que más tiempo lleva realizando esta función, el anterior estuvo 32 años. Pero ya hay un tope, hay que ir dejándolo ya. De hecho, ya he hablado con el Ayuntamiento y con los responsables de la cofradía que organiza los actos, que hay que ir buscando ya el relevo. Como mucho llegaré a los 40 años si tengo salud. Me quedan tres años, espero llegar a ellos y poner el límite definitivo.

-Quizás en esos tres años que faltan, con su ayuda, se puede formar a un sucesor...

-Efectivamente, esa es la intención. Ir buscando en este tiempo a alguien, tentar a una persona, ayudarla a prepararse, y si esa persona quiere, que yo se lo siga escribiendo no tengo ningún problema, pero ya el subir al barco y recitarla... Hay que ir renovando.

-¿Lo lógico en este caso sería que fuese una persona joven?

-Sería lo ideal, alguien con interés y que dé el relevo generacional como se ha hecho hasta ahora. Es una forma de que L'Amuravela siga viva, presente, y darle continuidad en el tiempo. Que no caiga en el olvido y que se continúe viviendo de la misma forma que ahora.