«Esta realidad es posible gracias al trabajo de todos: viticultores, bodegueros y hostelería»

El patio del palacio Toreno fue el escenario de las celebraciones. A las tablas del escenario Antón Chicote -referente bodeguero y hostelero cangués fallecido en 2022- se subió primero José Manuel García, presidente de la Junta Local de Hostelería -promotora de la fiesta vinícola canguesa- para, después de brindar con el cachu al cielo por Antón, entregar los dos reconocimientos de esta edición: la Cepa de Oro para el crítico enogastronómico Carlos Delgado, el Racimo de Plata para el retirado viticultor, Saturnino Ron, y el Cachu de la Junta a la concejala de Turismo, Tania Rodríguez.

Entre los asistentes, estaba el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, además de la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez, y el consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios, Alejandro Calvo. Y en nombre de la Cofradía de Vino de Cangas, habló su cofrade mayor, Raúl Teimil.

Y todos celebraron el hito alcanzado este año: la Denominación de Origen Protegida ha obtenido su mejor cosecha desde su creación: 231.780 kilos de uva. «Celebramos la dedicación de aquellos que han hecho que la tradición vinícola de Cangas perdure y brille este 2023», celebró el presidente de la Junta Local. A lo que el presidente de la DOP añadió: «Gracias al trabajo de viticultores, bodegueros y hostelería, que trabajamos todos juntos por y para el vino de Cangas, tenemos esta realidad hoy».

El periodista reconocido con la Cepa de Oro se dirigió en su discurso al segundo premiado de la noche, el ya retirado viticultor cangués: «Sois la esencia y la raíz de todo el fenómeno vitivinícola». No fue el único que en su discurso citó al viticultor cangués.

El regidor de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, aseguró que por «gente como Saturnino, que ha empeñado todo su patrimonio para que esto funcione, merece la pena luchar».

«Gracias a paisanos como Saturnino hoy podemos hablar de Asturias como la tierra de la sidra y del vino», concluyó el presidente de Otea. El octogenario viticultor cangués, que después de trabajar el carbón y la madera, se dedicó a sus viñedos y, tras retirarse, cedió su lagar para que formara parte del Museo del Vino de Cangas, se acordó sobre el escenario de su amigo Chicote y, mirando a los presentes, les envió un claro mensaje: «Hay que seguir tirando del carro».

Hoy es el día grande de la fiesta. A las 11.30 horas empezará el Gran Capítulo de la Cofradía del Vino en el teatro Toreno, y a las 19.30 horas llegará la tradicional pisada de uva, en el patio del palacio Toreno.