Somiedo evoca una Navidad de cuento

Érase una vez un pueblo que soñaba con una Navidad distinta. Y esta frase se encuentran ya en dos letreros a la entrada de Pola de Somiedo, que a su vez, se ha convertido en el decorado de un cuento de Navidad gracias al ingenio y el espíritu navideño de Luz Caloca y Choni Feijo, en compañía de doce amigas más, también somedanas.

'Soñaba que en las casas vacías, llenas de ausencias, brillaban lazos y coronas de recuerdo'. Y así es, este cuento navideño tiene como protagonistas las personas ausentes, y en su honor, lucen todas las puertas del pueblo con lazo y corona, que además sirven como guía para llegar a la plaza del parque, donde se encuentra el árbol de los regalos. El principal ruego de los somedanos este año es la paz: 'Un pueblo que pide paz con mayúsculas, paz en toda la tierra'.

Después del árbol de los regalos, 'un ejército de gnomos sonríe al transeúnte y le guía al rincón de la memoria'. Los gnomos se esparcen por la plaza de Pola, donde también, una vaca de peluche a modo de Papá Noel somedano, es transportada por tres renos de madera, realizados por Celestino Álvarez.

Pasada la plaza de Pola de Somiedo se llega al clímax de esta historia: el rincón de la memoria.

Debajo de un hórreo, en decenas de ramas desnudas, cada familia somedana ha colgado un corazón en recuerdo a los fallecidos. 'Cientos de corazones guardan la memoria de quienes quisimos y siguen con nosotros para siempre'.

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