La oposición arremete contra la «inacción» del Principado en los accesos al Real Sitio

No son unánimes en la posible solución, pero sí en la crítica. Todos los partidos de la oposición en la Junta General arremetieron ayer contra el Gobierno regional por la «inacción» del Ejecutivo de Javier Fernández «ante el colapso de Covadonga». Los portavoces de PP, Podemos, IU, Foro y Ciudadanos lamentan que, a días de la visita de la Familia Real, en el momento culminante de la celebración del triple centenario (1.300 años del Reino de Asturias, cien del Parque de Picos y cien de la coronación de la Santina), «sigamos igual».

Es decir, sin solucionar los accesos al Real Sitio y a Los Lagos. Un entorno que, según los cálculos del Arzobispado de Oviedo, ha duplicado en lo que va de año las visitas, hasta llegar a los dos millones. Y un entorno para el que el arzobispo, Jesús Sanz Montes, propone, tal y como adelantó EL COMERCIO, la creación de una «carretera circular» de solo un sentido que garantice el acceso a todos los vehículos a la explanada del Real Sitio. Su propuesta consiste en mantener como vía de acceso la actual carretera y habilitar otra salida para la bajada.

«Todo lo que sean facilidades para acceder al santuario sin las dificultades actuales es bienvenido y necesario», apuntó la presidenta del PP en Asturias. Mercedes Fernández señaló que «bien se podían haber hecho ya planteamientos para celebrar el centenario en mejores condiciones».

Es algo que comparte el presidente de Foro. Para Pedro Leal, la de Jesús Sanz Montes, «es una propuesta respetable y admisible, sobre todo porque el Arzobispado, los fieles y todos los turistas están siendo víctimas de la inacción del Principado».

Leal se mostró muy beligerante con el anuncio de que el Principado tiene dos ofertas para realizar un estudio de accesibilidad a Covadonga y Los Lagos. «A estas alturas, la noticia de este encargo es el mejor autorretrato de la incompetencia del Ejecutivo de Javier Fernández», criticó, a la vez que enumeraba «los trenes cremalleras, funiculares, aparcamientos... Esas son las opciones de los gobiernos socialistas para dejar pasar el tiempo».

Mientras desde Ciudadanos su portavoz, Armando Fernández, prefiere esperar a opinar sobre la idea de Sanz Montes «a que haya proyectos técnicos sobre la mesa», ya que entiende que «hay que conjugar la accesibilidad universal, pero de la forma más sostenible posible», Podemos e IU se suman a las críticas de la falta de accesos, pero rechazan la idea de levantar una nueva carretera. La propuesta del arzobispo se traduce en convertir en vía para coches el acceso peatonal desde Muñigo.

«¿Se plantea la Iglesia colaborar económicamente con ese desdoblamiento que propone?», se pregunta Ovidio Zapico. El diputado de IU entiende que esa debería ser «la segunda pregunta, porque pienso que la primera que hay que hacerse es si no sería mejor pensar en una solución global al tráfico. No solo a Covadonga, sino también a Los Lagos».

En su opinión, «debemos pasar del momento de las ideas al de los proyectos», que, para Zapico, deben analizarse «con un prisma medioambiental: habrá que elegir la solución que tenga menos impacto». Una exigencia a la que une «la promoción del transporte público».

Podemos comparte esta línea. El diputado Héctor Piernavieja aseguró que «estamos de acuerdo con el arzobispo en que Covadonga es un lugar que interesa a Asturias y que conviene cuidarlo», para, seguidamente, dejar claro que eso es en lo único en que están de acuerdo con Sanz Montes.

«Defendemos la paulatina reducción de vehículos privados de turistas que masifican el entorno de la basílica y Los Lagos. Es importante ordenar el tránsito en base a propuestas de transporte público que aporten mayor sostenibilidad, dejando la circulación de vehículos privados restringida a habitantes de la zona y trabajadores», señaló.

En su opinión, «construir una nueva carretera va en la dirección contraria de estos objetivos y tendría un importante impacto ambiental en la zona, lo que poco tendría que ver con cuidar un entorno único tal y como reclama el arzobispo».