El Ayuntamiento de Ponga y Sobrefoz, en «guerra» por las antiguas escuelas

Las ya enquistadas relaciones entre el Ayuntamiento de Ponga y la parroquia rural de Sobrefoz entran en un nuevo escenario de mayor enfrentamiento. El motivo es la propiedad de las antiguas escuelas y la vivienda del maestro, objeto de una sentencia este diciembre según la cual la entidad local menor debe entregar las llaves al Consistorio. En Sobrefoz sostienen que al no ser firme dicha sentencia –que recurrirán este mes– no cabe la ejecución y para mostrar su malestar medio centenar de vecinos se concentraron ayer frente a las escuelas de la discordia. «Nos estamos defendiendo contra lo que creemos que es una terrible injusticia. Estos edificios los hizo el pueblo a principios de siglo y los ha mantenido hasta el día de hoy. Al Ayuntamiento jamás le costó un solo euro», afirmó Esperanza Conde, presidenta de la parroquia rural.

Según explicó, recibieron una notificación para entregar las llaves «en 48 horas». Ninguna de las partes descarta que la situación llegue al punto de que acaben interviniendo las fuerzas y cuerpos de seguridad en un posible desalojo. Sí coinciden unos y otros en que no está sobre la mesa el desahucio de la familia que tiene arrendada la antigua casa del maestro. «A mí toda esta historia me pilla por el medio. Yo no voy a dar las llaves de mi casa ni pagar la renta a terceras personas, mucho menos firmar un contrato cuando no hay una sentencia firme», indicó María Prado, inquilina de la vivienda en la que reside junto a sus tres hijos.

La disputa ahora abierta tiene su detonante en la sentencia emitida en diciembre por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Oviedo, en la que desestimaba el recurso presentando por la parroquia rural.

Antes, el 23 de mayo, Sobrefoz había recurrido el decreto de la alcaldesa de Ponga del 6 de marzo, por el cual se desestimaba otro recurso de reposición interpuesto contra el decreto de Alcaldía del 9 de diciembre de 2021.

En ese decreto de hace un año la regidora resolvía «requerir a la parroquia rural de Sobrefoz para que en un plazo máximo de quince días entregue en dependencias municipales las llaves de la escuela y de la vivienda del maestro».

Más allá de esa cuestión de la entrega de las llaves subyace el problema de la titularidad de los inmuebles. La parroquia rural sostiene que pertenecen al pueblo, pues se edificaron con donativos y préstamos pedidos por los vecinos. Sin embargo, no los llegaron a registrar formalmente. «Es del pueblo de Sobrefoz de toda la vida, el Ayuntamiento nunca puso ni una teja», señaló Adriano Sánchez, presidente de la parroquia rural entre 1987 y 2007. También los vecinos de mayor edad, como Leoncia Yano, de 90 años, sostuvieron que «es nuestro de toda la vida».

La intención de Sobrefoz pasa ahora por recurrir a la vía civil para «que sea un juez el que diga si somos los titulares o no», adelantó la presidenta.

Canon cinegético

La alcaldesa, Marta Alonso, sostuvo por su parte que «todas las escuelas las hicieron los vecinos» y están «a nombre del Ayuntamiento» y así consta en los inventarios «desde 1953», pues los núcleos carecían de «entidad jurídica». En el caso de Sobrefoz, la constitución de la parroquia rural se remonta a 1991. «Cuando hicieron el documento de constitución de la parroquia, firmado por más de una treintena de vecinos, lo que pusieron es que solo tenían los montes», dijo.

A ello añadió que no fue su equipo de gobierno el que inició el enfrentamiento, sino que «la sentencia viene derivada de una demanda que puso la parroquia en contra del Ayuntamiento». «Hasta que Sobrefoz no entienda que es un pueblo más, no vamos a acabar esta guerra. No voy a permitir que pisen a los demás», zanjó Alonso.

Para la presidenta de la parroquia rural, el trasfondo del embrollo «se debe a un inquina por el canon cinegético», también judicializado. «Llevamos con esto dos años y medio, no es consecuencia del canon cinegético», rechazó la alcaldesa.

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