El desarrollo del PGO llanisco supondrá una inversión superior a los 50 millones

Asociada a la dimensión de pura normativa urbanística, el Plan General de Ordenación (PGO) de Llanes presenta una vertiente económica que se traduce en cifras millonarias. De llegar a desarrollar por completo las actuaciones contempladas en el planeamiento, la inversión alcanzaría los 50.539.304 euros, de los cuales un 54,65% procederían del ámbito privado, según recoge la memoria justificativa a la que ha tenido acceso EL COMERCIO. En concreto, serían 27.617.710 euros los resultantes de dicha inversión privada, correspondientes a los costes en los sectores de suelo urbano no consolidado y sectores urbanizables, es decir, aquellos en los que son necesarios nuevos viales, saneamiento o sistemas de abastecimiento, entre otros equipamientos.

Por núcleos de población, Llanes aglutina el grueso de la cuantía. Serían los controvertidos terrenos de La Talá los que se llevarían la partida más abultada de esa inversión privada, con hasta 5.385.060 euros destinados a obras de urbanización. Sin salir de la villa, La Torre recibiría 1.697.445 para urbanización y saneamiento, mientras que a la zona del Carrocéu aparecen destinados 1.374.790 euros, incluidos abastecimientos. Otros 328.890 euros serían para Pancar. Al mismo núcleo, pero en espacios de suelo urbano no consolidado, se consignan 782.245 y 842.985 euros. Esa misma clase de suelo se aplica a La Llavandera, con 1.175.230 euros previstos. El resto de la inversión en la villa se divide entre distintos sectores, todos ellos de uso residencial.

El desglose del conjunto de localidades del concejo arroja también grandes cifras, como los 3.115.125 euros contemplados para zonas industriales de Nueva y otros 2.429.580 para Posada con idéntico fin. El montante que resta de la inversión privada se distribuye por San Roque, Barro y Celorio, orientado a las mismas obras de urbanización en terrenos tanto de uso residencial como industrial y terciario.

Por su parte, la inversión pública contemplada en la memoria justificativa del plan es de 22.921.594 euros, un 45,35% del total. La mayor parte, hasta 17.572.300 euros, irá a parar a la construcción de saneamiento -7.325.000- y abastecimiento -10.247.30-. Otros 2.669.355 serán para construcción y expropiación de equipamientos comunitarios y espacios libres, a los que se suman 2.679.939 euros para construcción y expropiación de viarios. En cuanto a la edificación de equipamientos públicos, el documento no contempla ninguno nuevo «al estar actualmente suficientemente dotado el municipio para las necesidades básicas del moderado incremento poblacional».

Del desarrollo del PGO llanisco se derivaría además un incremento del patrimonio del Ayuntamiento, cuantificado en 34.760.462 euros. Solo el valor de las obras de urbanización e infraestructuras supondrían 27.617.710 euros -los correspondientes a la inversión privada- y otros 7.142.752 euros procederían del valor de las parcelas donde se materializará el aprovechamiento lucrativo correspondiente al Consistorio.

Del desarrollo del planeamiento se desprenden asimismo una serie de gastos e ingresos para la hacienda local. Del lado del dinero a percibir, la cifra se sitúa en 17.570.064,58 euros, 1.188,70 por habitante. El mayor volumen de ingresos procederá, según las estimaciones del equipo redactor, de los impuestos directos. Por ejemplo del IBI, la principal fuente de financiación municipal, procederían 7.038.620 euros; del ICIO 337.421 euros y de las plusvalías otros 642.958 euros.

En cuanto a las licencias urbanísticas, en el plan se apunta a la cifra de 4.929.452 euros a percibir, una cantidad hipotética que toma como base el desarrollo del «60% de la edificabilidad de cada uso prevista en el cuatrienio para el conjunto de los sectores de suelo urbano no consolidado y urbanizable delimitado y el 40% de la edificabilidad del cuatrienio anterior».

La ejecución del PGO también supondrá gastos para las arcas municipales, en concreto 13.460.716,42 euros, 910,68 por habitante. La mayor partida -7.015.242,12 euros- está consignada a gastos corrientes en bienes y servicios, y la segunda -5.995.747,88- a gastos de personal. «El gasto queda sobradamente compensado con los ingresos generados por tres vías», recoge el documento, que alude a las cesiones de parcelas para materializar el aprovechamiento lucrativo que corresponde al Ayuntamiento, los ingresos por licencias y el ahorro en gasto corriente.

El saldo total, de 19.887.722, es «claramente positivo, tanto en el cómputo global como en los sucesivos cuatrienios de desarrollo». No obstante, el primer cuatrienio arroja 'números rojos', que achacan a «la ejecución de varias operaciones de infraestructura cuya realización deberá acompasarse a la disponibilidad de liquidez de la Corporación». «El superávit constante y creciente a lo largo del periodo de vigencia del PGO permitirá destinar fondos a la mejora de la ciudad existente» mediante «operaciones de reforma, rehabilitación y regeneración urbana», destacan en la memoria justificativa, en la que insisten en la «sostenibilidad económica» del ordenamiento y el «bajo importe de inversión pública», que «garantiza que no será necesario asumir endeudamiento».