Posada de Llanes y Bricia lloran a José Alfredo Pría Amieva, uno de sus vecinos más queridos

Las localidades de Posada de Llanes y Bricia están de luto. Los vecinos amanecían esta mañana con la triste noticia de la muerte de uno de sus paisanos más queridos y conocidos, José Alfredo Pría Amieva, a los 52 años. Era, recordaban quienes tuvieron la «suerte» de conocerle, una persona con «una energía y un buen humor envidiables». De hecho, recalcaba la alcaldesa de barrio de Posada, Mónica Salas, «la silla de ruedas nunca fue un obstáculo para él, que siempre fue un luchador y estaba metido en todos los 'saraos' y dispuesto a ayudar en todo lo que se le pusiera por delante». José Alfredo, aseveró, era «una buenísima persona, capaz de animarte en los peores momentos» y, por eso, «la zona pierde a todo un referente».

Efectivamente, según relataba José Miguel Valero, de la comisión organizadora de las fiestas de La Paz de Bricia, la silla de ruedas en la que José Alfredo se desplazaba desde que cayó enfermo hace tres décadas nunca le impidió ser uno más en la organización de las celebraciones. «Incluso venía con nosotros en el tractor al monte para recoger la hoguera; se apuntaba a un bombardeo», rememoraba. Sumamente activo, hasta hace apenas unos días era habitual verle paseando por la zona. «La pérdida fue muy repentina, estamos todos muy afectados porque es un palo tremendo y más con todo lo que está pasando y justo en la semana de la fiesta», lamentó. Efectivamente, el pasado sábado los mozos de Bricia deberían haber plantado la hoguera y este fin de semana el pueblo debería estar festejando de no ser por la pandemia.

También en el Urraca lloran la muerte de quien fue su presidente más joven, cuando apenas contaba unos veinte años. «Era un gran apoyo y siempre venía al campo, no se perdía un partido», recordaba la actual presidenta del club, Eugenia Menéndez.

Los padres de José Alfredo, Toño –fallecido hace un año– y Conchi, regentaron durante años el bar La Plaza en Posada. Ahora los vecinos prometen volcarse en arropar y cuidar a su madre.