Los ganaderos podrán quemar matorral con supervisión para regenerar pastos

El uso del fuego en la gestión de montes y pastizales es una costumbre casi tan antigua como la propia profesión del pastor. Sin embargo, con las restricciones impuestas en las últimas décadas por las administraciones, la práctica había quedado en el olvido y solamente se llevaban a cabo, desde el año 2006, una serie de quemas controladas a cargo del personal de la Guardería de Medio Natural del Principado. Ahora, y de forma pionera, serán también los ganaderos, pastores y vecinos de la zona rural quienes puedan llevar a cabo pequeñas quemas, siempre bajo la supervisión de los guardas, para agilizar la regeneración de los pastos y prevenir los incendios forestales.

Así lo explicaba ayer el director general de Planificación, Infraestructuras Agrarias y Montes, Fernando Prendes, durante una visita al concejo de Onís para comprobar cómo se están desarrollando las primeras quemas, a modo de experiencia piloto, en la zona de Demués. «Hicimos un cambio legislativo a principios de 2018 para permitir que el fuego se racionalice y se utilice de una manera coordinada, en la que se tengan en cuenta los índices de riesgo de incendios y climatológicos, así como las zonas habitadas y en qué sitios verdaderamente haya un interés para el pastoreo», indicó. Recalcó también la importancia de que se haga «teniendo los medios cerca para que, en caso de que se extendiese el fuego por cualquier circunstancia, se pueda actuar inmediatamente sobre él».

El responsable de Montes reconoció que en un primer momento la posibilidad de llevar a cabo estas quemas no tuvo demasiada respuesta. «No se apuntaban ganaderos, así que comenzamos a acercarnos nosotros para darles a conocer la iniciativa y aquí en Onís tenemos ya a casi una treintena apuntados», indicó el jefe de la sección de Guardería y Prevención de Incendios del Principado, Alejandro López Valverde.

Las quemas que están llevando a cabo estos días en Onís y que en las próximas semanas se extenderán a otros concejos del Oriente, como las Peñamelleras y Llanes, son las conocidas como de 'mato a mato'. «Es una modalidad en la que se prenden matorrales que están separados entre sí, de forma que es mucho más seguro y es, además, lo que más se ve en las camperas y brañas de uso ganadero», apuntó el jefe de los guardas. E indicó que las quemas de mayor complejidad las seguirán llevando a cabo los agentes de Medio Natural.

Entre los ganaderos que ayer participaron en las quemas en Demués se encontraba el joven Rubén Remis, de Sirviella, quien celebró la iniciativa. «Es estupendo que hayan aprobado esto, pues es lo mejor para regenerar pastos, mucho más barato que desbrozar y además evita catástrofes, pues nosotros somos los primeros que no queremos tener fuegos descontrolados por los montes», señaló. E hizo un llamamiento para que se apunten más ganaderos y pastores al proyecto, ya que «somos los que mejor conocemos el monte».

En términos similares se expresaba el veterano Manolo Suero, de Demués, quien recalcó cómo «fuimos los pastores quienes conservamos el territorio y quienes sufrimos al ver cómo se pierde y se llena de matorral, dejando al ganado sin alimento». Por este motivo, insistió en la necesidad de llevar a cabo quemas de este tipo de forma habitual.

«Los ganaderos nos decían que si se hacen quemas de forma coherente y coordinada se podría ahorrar en otros medios de desbroce, así que decidimos establecer una legislación y unos protocolos para aprovechar el fuego como un instrumento válido y a la vez acabar con esa percepción negativa del mismo, descriminalizar socialmente el uso del fuego», explicó Prendes. Y aseveró que los beneficios de estas quemas no se limitan a la regeneración de pastos. «También genera un ahorro medioambiental porque el desbroce con maquinaria deja huella y asimismo se protegen núcleos y cabañas ganaderas para evitar posibles daños por fuego en un futuro», agregó el director general.

Otro aspecto de gran importancia, indicó López Valverde, es que tras las quemas haya carga ganadera en los terrenos. «El uso del fuego solo no sirve para nada, tiene que venir ganado que pisotee la zona quemada, abone la superficie e influya en la flora reduciendo la presión del matorral», aseveró. Y se mostró confiado en que el nuevo proyecto eche pronto a andar. «Seguramente se terminarán formando una especie de cuadrillas similares a las de la caza, con ganaderos y pastores locales que vayan solicitando y poniéndose de acuerdo para organizar estas quemas», indicó.