La obra de Partarríu, «ejemplo de cómo salvar edificios emblemáticos»

Una vez culminado el conjunto de obras del complejo residencial palacio de Partarríu quedará así recuperado el «espíritu» y «esplendor» de la casona indiana, en armonía con los nuevos bloques de viviendas. Para ello, los edificios de pisos han sido diseñados para integrarse sin impacto: la altura de los inmuebles residenciales no superará en ningún caso la del palacio, serán construcciones parcialmente acristaladas, manteniendo una distancia del palacio y rodeadas de vegetación. Los seis bloques situados alrededor del palacio, que suman más de setenta pisos, bajos y áticos, se presentan bajo un «concepto de vivienda diferente». Fuentes relacionadas con la gestión de la operación urbanística destacan además que son inmuebles «muy acertados» en los que se están aplicando «técnicas constructivas de vanguardia».

La comercialización de las viviendas, ya en marcha con precios desde 300.000 euros, es «muy positiva» según las mismas fuentes.

Con una inversión que rondará los 26 millones de euros, la operación de Partarríu no ha estado exenta de dificultades hasta llegar a su materialización. La «larguísima tramitación» se remonta una década atrás y en ese tiempo incluyó varios planteamientos, así como una rebaja de las pretensiones originales, hasta alcanzar finalmente el visto bueno de Patrimonio del Principado y obtener la licencia del Ayuntamiento de Llanes. Marcado por la discreción de las partes, el proceso para hacer realidad la apuesta de la familia Zapata Sánchez-Conde -propietaria de la finca que alberga el palacio- ha estado repleta de trámites y negociaciones. En ellas fueron determinantes el economista y gestor urbanístico Fernando Nuño, junto a un equipo integrado por el abogado Gerardo de la Iglesia, de De la Iglesia y Teijelo Abogados; la arquitecta Eugenia Gutiérrez Álvarez; Araceli Rojo Álvarez, de GEA Asesoría Geológica; y el arqueólogo Juan Ramón Muñiz Álvarez.

Más allá de la «complejidad» y «las incontables adversidades», fuentes relacionadas con la operación destacan que, al llegar a buen término, el caso de Partarríu es un «ejemplo de cómo salvar edificios emblemáticos» conjugando el «interés de la propiedad» con la protección del patrimonio. «Marca un antes y un después», afirman.