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Descarga de fardos repletos de ocle desde el 'Punta Mendía' en el puerto de Llanes. FOTOS: XUAN CUETO

«Si no es por el ocle no salvamos el año tras el desastre que fue la costera de xarda»

Ocho embarcaciones inician la temporada del arranque con los campos «llenos», precios que se mantienen y zonas con veda por primera vez

L. RAMOS

LLANES.

Viernes, 2 de julio 2021

Un año más, las embarcaciones del Oriente se hacían ayer a la mar para iniciar la temporada del arranque de ocle. Una costera que, ... además, en esta ocasión puede ser un salvavidas para algunos de los patrones después de la brutal caída en las capturas de xarda. Así lo aseveraba el patrón del 'Punta Mendía', José María Herrero, quien reconocía que «si no es por el ocle no salvamos el año tras el desastre que fue la costera de xarda». Y el patrón mator de la cofradía Santa Ana de Llanes, Ángel Batalla, le daba la razón, apuntando que el último fue un año complicado «y algunos están con el agua al cuello esperando por esta campaña» que, recalcó, «también es muy importante para las lonjas porque deja bastante dinero».

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Como en los ejercicios previos, son ocho los barcos con autorización para esta práctica -tres de Llanes, tres de Ribadesella y dos de Bustio- y el cupo de extracción es de 1.300 toneladas. Eso sí, este verano la campaña llega con una importante novedad a petición de los recolectores de arribazón, quienes llevan tiempo denunciando la escasez de algas con que se están encontrando en las playas y que achacan a la recuperación del arranque en el litoral oriental. Así las cosas, se limitarán las jornadas en los campos de Torimbia, Cabo Prieto, Barro-Niembro y Castro Troenzo, que además quedarán vedados en septiembre. Un aspecto que no preocupa a los patrones, quienes ayer señalaban que «hay otros muchos campos en la zona a los que acudir».

En cuanto al ocle, las primeras toneladas extraídas ayer presentaban «muy buena calidad, sin apenas babosa ni suciedad», según valoraba Antonio Oves, de la empresa J&K, que compra algas a barcos de Ribadesella y Bustio. Los precios, agregó, se mantienen estables respecto al pasado año, en torno a los 55 céntimos de euro por kilo.

Tampoco cambia la dureza del trabajo de los buzos, quienes permanecen entre cinco y seis horas bajo el agua, cortando los rabos de ocle de forma manual. «Nos ganamos cada céntimo que cobramos», apuntaba Iván Sánchez.

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