La batalla de Covadonga llega a Cangas para quedarse diez años
La obra 'La primera victoria', de Ferrer-Dalmau, ha quedado expuestaen la Casa Riera con el objetivo de ser un «revulsivo turístico» para el concejo
'La primera victoria-La batalla de Covadonga' ya está allí donde todo empezó. En el concejo de Cangas de Onís. Desde este sábado, la obra del 'pintor de batallas', Augusto Ferrer-Dalmau, se puede visitar en la Casa Riera, donde se celebró una suerte de puesta de largo de esta obra, encargada por un grupo de mexicanos del estado de Guanajuato y que recala a unos pocos kilómetros del escenario de aquella batalla gracias a una cesión temporal de la familia asturmexicana García Rivero.
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La obra permanecerá en la oficina de información turística, en la Casa Riera, durante una década. Todo aquel que lo desee podrá entrar a contemplarla.
«Va a ser un revulsivo turístico», destacaba la concejala de Turismo de Cangas de Onís, Salomé García, durante la presentación, a la que también acudieron el alcalde, José Manuel Álvarez Castro, y el propio artista, además de los historiadores Yeyo Balbás e Iván Vélez y Javier Puente, amigo de la familia que donó el cuadro y abordó en su intervención la relación de Asturias con México a lo largo de la historia.
La labor de Balbás como asesor en las cuestiones históricas para elaborar el cuadro fue destacada por Ferrer-Dalmau. En su trabajo se apoyó para recrear la vestimenta y los objetos de guerra. Incluso Balbás acudió, junto a otras tres personas, a esta inauguración, vestido con prendas propias de aquella época, ataviado como un guerrero listo para entrar en liza.
La imponente obra viene, apuntaron en el Ayuntamiento, a llenar un hueco «que teníamos en el concejo en cuanto al arte». «Es importante tener este cuadro para nosotros», recalcaba la edil de Turismo, que recordó, entre otras cuestiones, que la obra de Ferrer-Dalmau lleva el nombre de 'La primera victoria' por la intervención del escritor Arturo Pérez Reverte, que así lo citó en sus redes sociales, en alusión, lógicamente, al inicio de la Reconquista.
En el sector turístico de Cangas de Onís aplauden esta iniciativa, que consideran beneficiará al concejo en su conjunto. El presidente, en funciones, de Incatur, Saúl Pascual, apuntaba que una obra de arte de estas característica «siempre ayuda y anima a visitar» la zona. «Es un recurso turístico más», indicó Saúl Pascual, quien destacó que el turismo cultural «es muy complementario» en una comarca en la que además del turismo tradicional vinculado a la religión y a la naturaleza está en auge el deportivo.
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Dos metros de altura y más de treinta guerreros en plena lucha
Dos metros de altura y un metro ochenta de ancho recrean la batalla de Covadonga. En la obra de Agusto Ferrer-Dalmau se aprecia cómo a la izquierda del lienzo los musulmanes todavía presentan batalla, aunque están en franca retirada. Huyen del avance cristiano, que se hace con la escena pictórica al igual que se impuso en la batalla de Covadonga, que da nombre a la obra que refleja un episodio clave de la historia de España, y la cristiandad, y que el autor no cuestiona, sino todo lo contrario.
Esa batalla con la que cuentan las crónicas que comenzó la Reconquista, allá por el 722, queda reflejada al detalle con un Pelayo en el eje de todo y es fruto de un intenso trabajo de investigación y documentación. Nada se deja al azar. Incluso Ferrer-Dalmau se desplazó a Covadonga para estudiar el terreno que después plasma en el lienzo. Un lienzo sobre el que aparte de los detalles, que abarcan desde la topografía hasta las hebillas de los cinturones, incluye más de una treintena de batalladores.
La familia propietaria de la pintura, que conmemora los 1.300 años de la batalla de Covadonga, es oriunda de la localidad de Següenco. No es la primera vez que realiza una donación a favor del municipio. La estatua del Emigrante, ubicada en las proximidades del edificio que ahora acoge esta obras, también fue una donación suya.
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