Los osos vuelven a la actividad en los montes asturianos tras su hibernación
La osa 'Clarita', abandonada a edad temprana por su madre, ya fue avistada en Peñavera, en los alrededores de Pola de Somiedo
carlos bernal
Domingo, 3 de abril 2022, 22:10
'Clarita' ha dejado de ser una osezna para convertirse en una osa adulta que cuenta ya con 3 primaveras de vida. El animal fue de los primeros de su especie en animarse y abandonar su cubículo invernal y ya se deja ver por Somiedo. Así lo confirmó este domingo el alcalde del concejo, Belarmino Fernández: «'Clarita' se ha adelantado a sus congéneres y ya se le ha visto por la zona de Peñavera», afirmó. No es habitual ver a estos animales a estas alturas de año fuera de sus cuevas, puesto que es a partir de mediados de abril cuando suelen despertar de su hibernación.
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La osa 'Clarita' no ha tenido una vida fácil, puesto que se ha criado la mayor parte de sus tres años de vida sola. Su madre la abandonó demasiado temprano y tuvo que aprender a vivir sola. Los vecinos de Pola de Somiedo solían verla acercarse a los núcleos urbanos buscando comida en los contenedores de basura. Seguramente estas experiencias fueron el detonante para que la osa desarrollase un carácter natural y despreocupado junto a sus vecinos humanos.
Este domingo, el primero de abril, se le pudo ver en perfectas condiciones de salud y merodeando por el bosque de Peñavera, en las inmediaciones de Pola de Somiedo. Allí saboreó las primeras bayas, hojas y raíces del letargo invernal. «Es el comienzo de la temporada de movimientos de los osos. Los más jóvenes suelen salir con ganas, los más adultos son algo más perezosos y tardan más en salir», asegura Roberto Hartasánchez , portavoz de la asociación nacional del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS). Acerca del estilo de vida de estos mamíferos, resume «que es completamente normal que las crías, incluso en una edad adulta temprana, sigan residiendo en su lugar de nacimiento».
'Clarita', nacida dentro del Parque Natural de Somiedo, se considera aún demasiado joven para mudarse a otro hábitat y, por ahora, sigue prefiriendo los valles del suroccidente asturiano como su lugar de residencia. No tiene ningún problema de convivencia con sus vecinos de Pola e incluso es presumida a la hora de posar para la foto cuando algún turista tiene la suerte de avistarla en plena naturaleza.
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