Damián Arienza

Otea urge al Principado que los pisos turísticos «tengan las mismas normas que hoteles y bares»

La patronal turística certifica que el verano «ha sido bueno» en Asturias, pero con la rentabilidad lastrada por la competencia de las viviendas privadas y la subida de los costes

Chelo Tuya

Gijón

Viernes, 1 de septiembre 2023

«Nos sentaremos con el Gobierno del Principado para escuchar su propuesta, qué marco manejan, pero nuestra línea roja es clara: si un hotel, una pensión o un bar tienen que cumplir unos requisitos, que las viviendas de uso turístico los cumplan también. Los mismos». Otea, la patronal turística asturiana que aglutina al 90% del sector, tiene claro por dónde debe ir la anunciada regulación que el Principado quiere hacer de las viviendas de uso turístico (VUT), los pisos privados que se alquilan como alojamiento turístico.

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Después de que el consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, anunciara una nueva regulación «que estará lista antes del próximo verano», y que la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez confirmara que «ya estamos trabajando en establecer una nueva legislación que se ajuste a una realidad muy cambiante», el presidente de Otea dejó claro que esa regulación debe imponer a los propietarios de los pisos turísticos «los mismas obligaciones tributarias y normativas que al resto del sector turístico».

Lo dijo José Luis Álvarez Almeida en una rueda de prensa ofrecida en Gijón para hacer balance del verano. Junto a los vicepresidentes Fernando Corral (hotelería) y Javier Martínez (hostelería), así como los portavoces de Arca, Jaime García, y de Campings de Asturias, Tony Amieva, Almeida reconoció que «ha sido un buen verano», pero que los datos reales «los que nosotros manejamos, con los datos que nos aportan 197 hoteles, 304 restaurantes y 120 casas rurales» indican que «ha venido mucha más gente de la que se ha alojado en hoteles y casas rurales».

La percepción «de que Asturias estaba llena», llega «porque muchos estaban alojados en pisos turísticos», un número «que nosotros no sabemos, pero el Gobierno, tampoco, porque no tienen la misma regulación que el sector turístico». Así, defendió que «cualquiera de nosotros tiene que tener detrás una empresa o darse alta en autónomos. Cotizar y, por ejemplo, tener la hoja de baja tensión. Eso, a los pisos turísticos no se les pide, porque son viviendas».

Como, dice, tampoco hay el mismo control tributario «habrá quien cumpla con Hacienda y habrá quien no. Creemos que en Gijón, donde hay más plazas de VUTs que de hoteles, hay ya más plazas de viviendas ilegales que legales», ni el mismo control «de viajeros. En hoteles, pensiones, campings y casas rurales hay que enviar a la Policía los datos de cada persona alojada. En estas viviendas, te dejan las llaves en un cajetín y los datos los metes tú en una aplicación».

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Por eso, aunque mantiene «toda la confianza en el nuevo equipo de Turismo del Principado», insisten en que «nosotros no estamos en contra de las viviendas turísticas ni en poner puertas al campo, pero deben tener las mismas obligaciones». Según afirmó, «este no es un problema solo del Principado, sino de todo el país. Nosotros estamos en las mesas sectoriales y como Asturias es muy de reconquistas, si tenemos que ir a la reconquista del sector desde aquí, lo haremos». Porque, aseguró Álvarez Almeida, «siempre recordamos lo que dicen los datos: por cada cien plazas hoteleras, se generan 53 puestos de empleo. Por cada cien plazas de pisos turísticos, 9». Y todo en un sector «que está llamado a crecer muchísimo en los próximos cinco años».

Cambio de modelo

Unos años en los que, aseguró el presidente de Otea, «ojalá lleguen muchas 'amazon' y muchos proyectos de hidrógeno verde, pero lo que es una realidades que el sector que está llamado a crecer es el turístico». Para hacerlo, es necesario «cambiar el modelo, porque no podemos seguir haciendo lo de siempre».

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En ese cambio de modelo jugarán un papel fundamental «las conexiones áreas y la llegada del AVE». Esta última, prevista para noviembre, supondrá «la gran revolución. Tener a tres horas a Madrid, un nicho turístico tan importante, supondrá poder empezar a lograr la desestacionalización».

Porque, de nuevo las cifras vuelven a dejar claro que la despensa del sector turístico se llena «en julio y agosto». Un julio, explicó Fernando Corral, «mejor de lo esperado, con un 86% de ocupación y un precio medio de 104 euros», por encima de la tasa del 79% y la tarifa 85 euros. En agosto, sus datos hablan de una ligera caída, «con un 88% de ocupación media» y de precio «107,89 euros». Las tarifas de alojamiento han subido «un 12% este verano» explicó, pero, aseguró, «en ningún caso ha subido la rentabilidad». Ha estado lastrada no solo por la competencia de las viviendas de uso turístico, «sino por el incremento de los costes».

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En esa línea le apoyó el vicepresidente Javier Martínez. «Los precios han subido un 6%, pero los costes, un 10%». Porque, recordó, «hay un nuevo convenio colectivo» y, además, «se han incrementado los costes de las materias primas y la energía». José Luis Álvarez Almeida puso un ejemplo «ahora está llegando la subida del precio del aceite a las casas, pero en hostelería ya llevamos seis meses con subidas de hasta el 53%».

La hostelería se ha visto afectada también por el boom de los pisos turísticos. «El clientes de vivienda turística no es el mismo que el del hotel, que sí hace consumo en restauración. Puede que los hipermercados hayan visto más venta este verano que nosotros». Y, también, «por los festivales». Javier Martínez destacó que el ocio nocturno «ha perdido un 10%» debido, sobretodo, «a la profusión de festivales». Para José Luis Álvarez Almeida, esos festivales «son muy buenos, pero deberían hacerse en mayo, junio, septiembre u octubre, porque en julio y agosto ya no cabe más gente en Asturias».

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Por ese motivo, pide «un cambio del modelo turístico». Si Fernando Corral hablaba de una ocupación media del 48,82% en Asturias entre enero y julio, «si hablamos de todas las plazas de alojamiento, la media del año pasado fue del 25,23%», una tasa muy por debajo de la que garantiza la rentabilidad: el 50%. Fernando Corral sentenció «que de enero a julio hayamos tenido una media de ocupación del 46% quiere decir que durante todo ese tiempo, más de la mitad de las plazas turísticas estuvieron vacías».

Y de ahí las bajas «en 2020, desaparecieron 300 autónomos, somos 8.600 en el sector. Este año, irá por esa línea», apuntó José Luis Álvarez Almeida. Sobre todo, si no hay cambio, «porque la obra nueva ya se ve a qué va dirigida: a viviendas de uso turístico», lamentó Fernando Corral.

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