«Hemos pasado la noche en vilo con el fuego a las puertas de casa»
Vecinos, Bomberos de Asturias y la UME trabajaron sin descanso para contener un incendio que llegó a apenas 20 metros de Genestoso, en Cangas del Narcea
Con el fuego prácticamente a las puertas de las casas y tras pasar la noche en vilo, los vecinos de la localidad de Genestoso aseguran que han vuelto a vivir una auténtica «película de terror» después de que el sábado se avivara el incendio que, desde hace casi dos semanas, amenaza esta aldea de Cangas del Narcea. Una docena de vecinos y amigos trabajaron codo con codo con los bomberos y demás efectivos terrestres desplazados a la zona para contener las llamas que, gracias a la humedad nocturna, avanzaban lentamente por dos frentes hacia el pueblo, pero que cobraron fuerza en la mañana del domingo con el calor, hasta encontrarse a escasos metros de las viviendas.
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«Todos los vecinos y la gente que vino de otros pueblos a ayudar estuvimos toda la noche con las cubas, cargando agua para regar los caminos y mantenerlos húmedos», explica Eduardo Rodríguez, ganadero que en las últimas semanas ha visto cómo el fuego devoraba los pastos comunales y dejaba sin sustento a su ganado. Fue una noche larga y dura, en la que los lugareños contaron con el apoyo de bomberos e incluso de la Unidad Militar de Emergencias, aunque la situación más crítica se vivió ya por la mañana, con el sol avivando las llamas.
«Llevamos viendo el fuego a las puertas de casa más de una semana, pero esta noche lo sentimos ya muy cerca. La situación fue muy complicada», lamenta Mónica Magadán, cansada de escuchar que el incendio está «controlado» para luego verlo volver a resurgir de sus cenizas. «Nos ha quedado a unos 20 metros de las casas», concreta Rodríguez resignado.
Javier Rivas, otro de los vecinos de Genestoso que colaboró en las tareas, explica que se llegó a realizar un contrafuego para tratar de contener las llamas y que, a última hora de la mañana del domingo, pudieron respirar algo más aliviados. «Parece que ya está controlado tras chocar los dos frentes y nos dicen que el perímetro del pueblo está asegurado», relata con algo más de calma Magadán, muy agradecida con la labor de los bomberos, «que se merecen el Premio Princesa de Asturias», llega a proponer.
Sin embargo, esta vecina denuncia la falta de medios aéreos. «El fuego se reavivó el sábado y el primer hidroavión llegó a las 13.18 horas, cuando en Degaña había una docena de medios aéreos. Hoy, con las llamas a las puertas de casa, el helicóptero apareció a las 12.15. No soy ninguna experta, pero para cuando llega la ayuda aérea los bomberos ya están exhaustos, llevan horas luchando por tierra. Trabajan mañana, tarde y noche, pero ellos solos no pueden hacer milagros», señala Magadán. «Esperan al límite para mandar la ayuda aérea y nos dejan a la mano de Dios», denuncia esta vecina, quien destaca la implicación del alcalde de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, y del resto de concejales. «Son los primeros en llegar y los últimos en irse. Unos ayudan a apagar el fuego y otros suben y bajan trayendo bocadillos para los bomberos. Nos da mucha tranquilidad y seguridad verlos aquí», agradece.
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Tranquilidad y seguridad también ofrecieron los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia y los bomberos voluntarios franceses que pasaron la noche vigilando en Ibias los pueblos de Tablao, Sisterna y el Bao, los más cercanos al fuego procedente de León y que desde hace días amenaza tanto Degaña como este concejo. «Tienen una lengua de fuego en Degaña que echa mucho humo y están actuando con medios aéreos porque es casi inaccesible», explicaba la alcaldesa de Ibias, Gemma Álvarez.
La situación también está siendo «crítica» en el concejo de Somiedo y, desde la localidad de Perlunes, la ganadera Lucía Velasco no sólo mostraba su preocupación por el avance de las llamas sino también por las consecuencias del humo. «Se respira fatal. Está todo lleno de humo», alertaba.
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