Policía y Guardia Civil inspeccionan establecimientos para evitar el turismo
El Principado también aporta sus inspectores. Los principales puntos turísticos solo reciben visitantes asturianos
M. MENÉNDEZ / L. RAMOS / C. DEL NERO
GIJÓN / LLANES / OVIEDO.
Domingo, 28 de marzo 2021, 01:53
Asturias endurece las medidas para tratar de evitar al máximo la llegada de visitantes procedentes de otras comunidades autónomas. Para ello, efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han comenzado a realizar inspecciones en los diferentes establecimientos turísticos de la región para constatar que no haya turistas foráneos. Esta medida se debe a la decisión del Gobierno regional de 'blindar' el Principado durante las fiestas de Semana Santa y evitar una escalada en la propagación del coronavirus. Pero a esa labor de las fuerzas de seguridad también se une la de los propios inspectores de la Viceconsejería de Justicia, a través de su Servicio de Interior. También colaboran en estas labores las policías locales, como la de Cangas del Narcea que, en una acción conjunta con la Guardia Civil, vigila el cumplimiento de las normas de distanciamiento, uso de mascarillas y evitar aglomeraciones. Los controles policiales también se dejan notar en los accesos a la región. Tanto en oriente como en occidente, se han desplegado importantes dispositivos de la Benemérita para detectar a cualquiera que trate de saltarse los cierres perimetrales. Estos controles se intensifican en los concejos más turísticos.
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De momento, los asturianos están siendo los protagonistas del turismo interior, eso sí, teniendo en cuenta que no se puede pernoctar en ningún establecimiento hotelero si no se tiene una causa justificada. Las calles del centro de Gijón estaban ayer llenas de gente, pero se trataba de locales y de visitantes de otros puntos del Principado que habían acudido a pasar el día.
El buen tiempo y el primer día de Semana Santa se dejaron notar en la capital asturiana. Vecinos de Oviedo salieron a las calles a pasear y a consumir en las terrazas abarrotadas. Además de los ovetenses, también hubo asturianos de otras zonas que aprovecharon para realizar algo de turismo por El Antiguo. Fue el caso de Beatriz de Frutos y Alberto Pérez, quienes, junto a su pequeña Leire, decidieron visitar y pasear por la capital aprovechando el día. Llegaron desde Soto de Llanera y aprovecharon que «teníamos algunos recados para pasear y visitar la zona».
Por motivos muy diferentes y como turistas «de verdad» en estos tiempos de pandemia, los matrimonios pormados por Carlos Híjar y Lourdes Jiménez, y Sofía Echeverre y Pere Postius vinieron desde Soria y Andorra, respectivamente, este fin de semana. El motivo no era otro que la realización del examen Mir de sus hijos. «Llegamos el viernes y nos vamos el lunes, pero teníamos que venir para ayudarles con la mudanza y, ya que estamos aquí, apoyarles desde cerca», aseguraron.
Asturias está viviendo unas jornadas insólitas, «cuesta creer que estemos en Semana Santa, porque jamás vi los Lagos de Covadonga tan vacíos», comentaban las canguesas Inés Alonso y Mónica Suárez, quienes regresaban de su cabaña en el Parque Nacional de los Picos de Europa en auténtica soledad. En las inmediaciones del lago Ercina solamente un puñado de ciclistas daban color a una vega que habitualmente es un hervidero de gente por estas fechas e, incluso, el emblemático restaurante María Rosa lucía cerrado a cal y canto ante la escasísima afluencia de turistas. «Se hace raro, pero lo cierto es que para nosotros es una gozada disfrutar de esta carretera sin cruzarnos ni un solo autobús ni un coche», reconocía Manuel Fernández, quien acudió al enclave protegido en bici junto a sus compañeros del club Asturcón BTT. En términos similares se expresaban Paloma Cornejo y José Antonio Yano, del Team Bike Cabranes, quienes hicieron la ruta hasta Covadonga. «Encontramos muy poco tráfico y con este tiempo que hace es un lujo», apuntaron.
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Junto a los ciclistas, los senderistas y montañeros están siendo hoy los 'dueños' de la zona, tal y como atestiguaban a mediodía Conchi Rodríguez, Rafael González, Ángeles Fernández y Mercedes Menéndez, llegados desde Candás y Luanco. «Vinimos caminando haciendo la ruta hasta el santuario y nos sorprendió la poca gente que hay, la verdad es que da mucha pena ver todo cerrado y tan vacío». Y es que fueron muy pocas las personas que se acercaron en coche a visitar el Real Sitio y, muchos de ellos, lo hacían precisamente para 'bautizar', como manda la tradición, sus nuevos vehículos. Era el caso de la ovetense Bárbara Suárez, quien acudió junto a su familia «a estrenar el coche nuevo, como hacemos siempre».
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