El Principado ofrece «todo el apoyo» a la familia del menor obligado a vivir con el maltratador de su madre
Abogadas para la Igualdad cree que «se están vulnerando los derechos de los menores víctimas de violencia de género»
Gijón
Miércoles, 11 de diciembre 2024, 15:40
«Todo el apoyo» de la Dirección General de Igualdad, del Instituto Asturiano de la Mujer y, en definitiva, del Principado a la familia del ... menor que, tal y como adelantó EL COMERCIO, una jueza ha obligado a vivir con el maltratador de su madre. Desde el Gobierno regional se aseguró que las profesionales de los Centros Asesores de la Mujer (CAM) están a disposición de la familia. Unos centros que llegó a utilizar la madre del menor, que se suicidó en octubre pasado.
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Su muerte dio pie al rocambolesco caso judicial que finalizó el pasado día 8, cuando la familia materna fue advertida de que tenían que enviar al niño con su padre Y dicho y hecho. Ese mismo domingo, el niño fue trasladado a casa de su familia paterna. Sin ningún tipo de periodo de transición. Desde ese día, no saben nada de él, ya que ni se fijó calendario de visitas ni contacto telefónico con él. Desde ese día, tampoco saben si sigue acudiendo al colegio donde lleva escolarizado desde hace seis años. Los mismos que residía con su madre y su familia materna, lejos todos de la localidad en la que vivían hasta el divorcio.
Según aseguró el abogado de la familia, Jonathan Fernández Redruello, la familia materna ha recurrido ya la decisión judicial, «porque es inconcebible que no se haya tenido en cuenta ni la opinión del menor, ni la denuncia por violencia doméstica sobre él ni las sentencias anteriores».
Se refiere al rosario de resoluciones judiciales que comenzaron en 2019, cuando la mujer, que llevaba tiempo sufriendo todo tipo de violencias de su marido, aunque sin denunciarlo, sufrió una agresión pública que impidió que el caso siguiera oculto. Su entonces marido, y padre de su hijo, la sacó del coche agarrándola por los pelos y le dio una paliza en la calle. Ante testigos. Por ese hecho fue condenado por violencia machista a cumplir nueve meses de prisión, a pagar una indemnización por las heridas sufridas por su mujer y a dos años de alejamiento. No se podía acercar a menos de 500 metros ni tener con ella ningún contacto.
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El incumplimiento reiterado de esa orden de alejamiento, «cuando no aparecía una rueda del coche pinchado, aparecía el espejo retrovisor roto o la carrocería rayada», aseguró el letrado, llevó a la joven y a su familia a trasladarse a otra localidad asturiana. En la que residió hasta su fallecimiento.
En la lucha por la custodia de su hijo, su ya exmarido llegó a declarar que antes que dejar la tutela a su mujer, prefería que el Principado asumiera la custodia del menor. Algo que no ocurrió, ya que la custodia total quedó en manos de la mujer. Pese a todo ello, el padre siguió teniendo derecho a visitas, que se concretaron en un fin de semana cada quince días y tiempo en vacaciones. Unas visitas al padre que el menor nunca aceptó, porque, como le dijo a la jueza, «me dicen que mi madre es una borracha y una puta».
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Fernández Redruello recuerda que, tras el fallecimiento de la madre, «el menor fue entrevistado por una psicóloga y explicó, claramente, que no quería ir a vivir con su padre, que le parecía suficiente verle una vez cada quince días». Dejó claro, además, que quería seguir con sus abuelos maternos, así como viviendo en la ciudad en la que está escolarizado, participa en un equipo deportivo y tiene su red de amigos.
El abogado espera que tras el recurso presentado, en el que se señalan «los errores cometidos en el acta que da la custodia al padre», la situación cambie y el menor pueda vivir con su familia materna y no con el padre que maltrató a su madre y contra el que pesa una denuncia por maltrato a su propio hijo.
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La tesis del defensor de la familia encontró respaldo en Abogadas para la Igualdad, la entidad especializada en defender a las víctimas de violencia machista. De todos los tipos de violencia, tanto la física como la psicológica, la sexual, económica o vicaria. «Entendemos que se están vulnerando los derechos de los y las menores víctimas de violencia de género», aseguró su presidenta, Almudena López.
Considera la entidad que «el sistema judicial se está olvidando que la Ley Integral los considera víctimas directas y no sé está teniendo en cuenta la voluntad del menor, desoyendo también las ultimas reformas operadas con la Ley de Protección de los Menores en contexto de violencia que establece que deben ser escuchados en todo caso en todas aquellas medidas que les afecten». Por no hablar, apunta, «del principio del interés superior del menor que sirve de escudo para cualquier decisión, pero en donde no parece primar realmente el bien de los y las menores».
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Lamenta Abogadas para la Igualdad que «estamos observando tristemente una involución en el sistema. Tenemos y conocemos varios casos donde los tribunales están ya no solo otorgando visitas para el progenitor investigado o condenado, sino que incluso se les otorga la guarda y custodia, decisiones que quiebran la legalidad si se tiene en cuenta la normativa». En definitiva, «no sé si se trata de conservadurismo, pero es como que el menor tiene que tener una figura paterna bajo cualquier circunstancia».
Críticas del movimiento feminista
La noticia de EL COMERCIO generó un gran malestar en el movimiento feminista asturiano. Para Asturias Feminista 8M, «el sistema machista vulnera, agrede y asesina a las mujeres, a sus criaturas, y a sus derechos y libertades. Esto es una cuestión de Estado, de voluntad política y judicial. Es necesaria una transformación radical del sistema judicial patriarcal, que permite situaciones tan injustas como esta».
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Entienden las integrantes de esta plataforma que «los hijos e hijas de las mujeres que sufren violencia machista no están lo suficientemente protegidos, existen muchas situaciones que la legislación no contempla y es necesario ofrecerles una respuesta integral que abarque las diversas realidades con las que nos encontramos. Además de asegurar que los avances que ya se han introducido en la ley se cumplan a rajatabla». Porque, en su opinión, «un maltratador nunca será un buen padre».
Una frase esa que clona la presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres, entidad histórica en el movimiento feminista y que cada año premia, con la Comadre de Oro, a las personas que destacan en la lucha por la igualdad y castiga, con el Felpeyu, a los machistas recalcitrantes. Según Begoña Piñero: «Lo repetiremos cuántas veces sea necesario y hasta que lo consigamos: un maltratador nunca es un buen padre», por lo que, entiende, «nunca debería de tener derecho a 'educar' a su hijo». Entiende ella que lo ocurrido es «como en otros muchos casos: algo horrible y un sufrimiento innecesario para el niño». «¿No dicen que lo primero es el menor?», se pregunta ella, que también se responde «pues los abuelos maternos son lo mejor para el menor«. En opinión de la Tertulia Feminista Les Comadres, »quienes administran la justicia a veces, demasiadas, son ciegos y sordos a la vida de las personas aunque sean niños«.
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No menos enfadada se mostró Blanca Aranda, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Asturias. «Es una noticia cruel», señaló. «Tal parece que se trata al menor como un objeto al que se cambia de sitio sin tener en cuenta que, en su corta vida, ha tenido que vivir situaciones de violencia, perder a su madre y tener que pasar a convivir con el padre condenado por maltrato y al que veía solo en el régimen de visitas establecidas».
Por ello reclama que «se debe mejorar la atención a los menores e investigar más la situación en la que se encuentran en cada momento y corregir lo que haga falta por parte de la Administración. La prioridad de la familia debe ser también el bienestar del chiquillo».
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