Piden 15 años de cárcel a un hombre por intentar asesinar a su expareja en Lugones

La Fiscalía solicita 15 años de prisión a un hombre, de 45 años, procesado por intentar asesinar a su expareja en Lugones en febrero de 2019. Según el escrito provisional de acusación pública, que ya ha sido presentado a la Audiencia Provincial, asestó a su expareja, de 42 años, quince cuchilladas en un bar que él había puesto a nombre de ella para que lo explotase.

Tras casi un año de convalecencia, a la víctima le quedaron importantes secuelas físicas y psicológicas, según el Ministerio Público, por lo que también le reclama una indemnización de 115.000 euros por las lesiones, secuelas, daños morales y psicológicos.

El escrito de acusación recoge que el procesado inició en mayo de 2018 una relación de amistad con H. Z,, que posteriormente tomó un cariz íntimo pero no llegó a la convivencia. Esto, en principio, fue aceptado por él, que confiaba en conseguir doblegar la voluntad de su pareja, razón por la que adquirió el bar de Lugones y le cedió los derechos de explotación.

Pasado el tiempo, el procesado «comenzó a mostrar una actitud obsesiva y controladora», hacia su compañera, a la que, según el escrito de Fiscalía, «insultaba y le decía expresiones tales como 'si no eres para mí, no eres para nadie'», «unos celos exagerados» que mostraba ante los clientes del bar.

Ante esta situación, la víctima tomó la decisión de poner fin a la relación en la Navidad de 2018. El procesado, siempre según la versión de Fiscalía, respetó su decisión, pero a finales de enero de 2019 «comenzó a enviarle mensajes, instándole a retomar su relación». Tras este episodio, «mantuvieron relaciones íntimas», y fue cuando «volvió a comportarse en modo controlado», regresando a los insultos.

Tras una noche de copas en compañía de unos amigos en la que ella decidió ignorar los insultos y desdenes de su expareja, a la mañana siguiente la víctima volvió a abrir el local. A las once de la mañana, «él entró su previo aviso e iniciaron una discusión. En un momento dado, accedió al almacén y cogió un cuchillo y se lo clavó por la espalda». Hasta quince veces, según recoge la acusación. «Su muerte no se produjo dada la rapidez y eficaz intervención de las personas que acudieron a su auxilio y de los servicios médicos».

Según desveló en ese momento este periódico, el día de la agresión, H. Z. había llamado a un cerrajero para que cambiara la cerradura del pub. Había concertado una cita con un especialista durante la mañana, en el tiempo que iba a estar en el bar para atender al repartidor de bebidas. Cuando ambos entraron, ella estaba intentando repeler el ataque «sobre un charco de sangre», dijo el repartidor.

Además de la condena de 14 años, 11 meses y 29 días de prisión, la Fiscalía solicita la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, la medida de libertad vigilada por un período de 5 años y la obligación para el procesado de estar siempre localizable. También aboga por la imposición para el hombre de la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima.