La Universidad de Oviedo abre la posibilidad de retrasar el inicio del próximo curso

La evolución de la pandemia hace casi imposible hacer planes a más de quince días vista. O incluso menos. Por eso, las instituciones académicas se están encontrando mil y un problemas para determinar cómo finalizan este curso y cómo empezarán el próximo. Y si hace solo unos días el ministro de Universidades, Manuel Castell, abogada por mantener el calendario académico 2020-2021 sin cambios, ya no está tan claro. Al menos en la Universidad de Oviedo se empiezan a plantear alternativas. La propuesta de reorganización del calendario de exámenes que ha elaborado el equipo rectoral y que será debatido y aprobado, en su caso, en la reunión del Consejo de Gobierno el jueves recoge ya la posibilidad de retrasar el comienzo del próximo curso académico, según ha podido saber EL COMERCIO. Todo dependerá de la evolución de la pandemia.

El arranque del curso está fijado para el 10 de setiembre. La propuesta indica que en caso de que se tuviera que retrasar, sería posible, de forma excepcional y sin pasar nunca del 15 de septiembre, resituar para entonces alguna actividad académica que hubiera sido imposible celebrar en junio o julio. Quizás la decisión de dejar esa puerta abierta pasa también por las dudas que pueden existir respecto a la EBAU o por la necesidad que van a tener todas las universidades de repensar su funcionamiento para atender las medidas de seguridad necesarias, como el respeto por la distancia de seguridad que, ya adelantó el ministro, obligará a reducir los grupos y desinfectar las aulas entre cada turno.

El acuerdo que debe adoptar el Consejo de Gobierno de la Universidad de Oviedo el jueves pasa por modificar el calendario de exámenes. En principio, para aquellas materias cuyos docentes han optado desde el inicio por una evaluación 'online', se mantendrá el calendario fijado. Es decir, esos exámenes se celebrarán en las mismas fechas que ya estaban fijadas, en convocatorio ordinaria del 13 de mayo al 2 de junio, y en extraordinaria, del 15 de junio al 3 de julio.

Hasta aquí, más o menos sencillo. La cuestión se complica un poco a la hora de explicar el calendario para aquellas materias en las que se ha optado por un examen presencial. En ese caso, se retrasa el calendario: la primera convocatoria sería entre el 3 y el 23 de junio, y la extraordinaria, entre el 6 y el 24 de julio. Pero a día de hoy no es seguro que se puedan celebrar exámenes presenciales, así que la intención es fijar la fecha límite para comunicar una decisión el 18 de mayo. Si para ese día aún no se puede garantizar que vaya a haber pruebas presenciales, éstas pasarán a ser todas 'online' en ese mismo calendario (la comunicación para la convocatoria extraordinaria debe hacerse el 22 de junio). Aunque pudiera pueda parecer que habría solapamiento de fechas en la segunda quincena de junio, lo cierto es que no habría problemas, porque hablamos de una convocatoria extraordinaria (la 'online') y otra ordinaria (presencial).