Las pymes tecnológicas buscan recursos para crecer en las convocatorias de la UE

El encuentro se produce, además, en los momentos previos a que la Comisión Europea anuncie sus marcos presupuestarios para los próximos años, explicó ayer el concejal de Desarrollo Económico, Manuel Campa, que recordó el compromiso del gobierno por apoyar a la actividad de las empresas, especialmente las de carácter innovador. «Siempre estamos en contacto con ellas y les preguntamos qué necesitan para tratar de ayudarlas», aseveró el edil.

En el encuentro participaron media docena de compañías, especialmente de base tecnológica. Beatriz García Fanjul, directora del clúster Smart City, destacó la importancia en el desarrollo de las Smart City o ciudades inteligentes. La sensorización de los recursos existentes en un espacio urbano y la gestión de los datos generados representan una oportunidad para estas empresas.

Además, García Fanjul recordó que «en estos casos, la tecnología es transversal en toda la cadena de valor y puede trasvasarse fácilmente de una ciudad a otra». Beatriz García avanzó que, de aquí a final de año, el clúster definirá con las diferentes empresas los contenidos de una misión comercial a Bruselas que se quiere realizar en el primer trimestre del próximo año.

Para demostrar que las convocatorias europeas son un recurso válido para un crecimiento sólido, se sumó al encuentro Miguel Ángel López Peña, director de I+D del Grupo Satec, una multinacional tecnológica de raíces y corazón asturiano que ha contado con diferentes apoyos de licitaciones europeas para avanzar en proyectos.

«Concurrir a las convocatorias de la Unión Europea te obliga a codearte con los mejores y tienes que ser mejor que ellos para aspirar a un contrato. La competencia es brutal», señaló. Sin embargo, esa realidad ha servido de aliciente a Satec, que fue parte de su mensaje. «Para ser innovadores de verdad, primero lo tienes que interiorizar y creer», aseguró.

Así, explicó que muchas de las convocatorias son proyectos a largo plazo. Desde que se inicia el proceso y se culminan pueden pasar varios años. «Si piensas en una solución innovadora que vas a aplicar dentro de seis años, tienes que ser realmente innovador para mantenerte en ese tiempo», aseguró.

De esa manera, la empresa recibe ya un beneficio por su participación: aprender a pensar un paso más adelante, a buscar planteamientos disruptivos de forma natural y sin vértigo. «Ahora mismo estamos intentado entrar en Arabia Saudí. Si queremos innovador respecto a grandes empresas tenemos que presentar algo que realmente nos diferencie, algo que marque la distancia y que justifique que nos seleccionen a nosotros».