El bonito está lejos y llegará con cuentagotas a partir de ahora
Este año la cuota consumida apenas alcanza el 50%, pero el túnido está al sur de Irlanda y solo cuatro barcos permanecen allí
C. Del Río
Avilés
Miércoles, 25 de septiembre 2024, 02:00
Si en las últimas costeras la cuota de consumo de bonito permitida se agotaba casi antes de que concluyera el verano, este año no ... hay visos de que ocurra, porque a estas alturas del año apenas se llega al 50% y el túnido está muy lejos. Tanto que en la rula de Avilés consideran que los que lleguen estos días con cuentagotas a los mostradores de las pescaderías serán los últimos de la temporada.
Solo cuatro barcos permanecían ayer al sur de Irlanda, que es donde se localiza ahora, a dos días de navegación hasta la rula de Avilés, y hay anunciada una borrasca, lo cual hace prever que emprendan el regreso enseguida. El bonito que ha ido entrando estas últimas semanas ha sido pequeño, pero ha mantenido un buen precio en rula, sin embargo la fuerza de las borrascas en la zona donde se encuentran ahora los bancos de túnidos obligará a los barcos a concluir la pesca.
Además de esta circunstancia, esta costera ha sido atípica también por su irregularidad en sus comienzos. Entre mayo y junio se descargaron en Avilés 254.376 kilos de bonito del norte frente a los 308.605 kilos que se habían vendido en 2023 a esas alturas, lo que supone un 17% menos. La tendencia cambio en julio y agosto cuando el bonito 'inundó' los mostradores, sobre todo en comparación con el año pasado. En julio se subastaron 625.570 kilos frente a los 541.461 de 2023 y en agosto, 469.774 kilos frente a los 291.276, del mismo mes del año anterior. Y a pesar de esta abundancia, el precio medio fue más caro: en agosto, 4,20 frente a 2,81 euros.
El comportamiento en septiembre está siendo, sin embargo, distintos, tal como se aprecia en las pescaderías. Los compradores también habrán observado que la otra especie estrella, la merluza, en su versión del pincho está más cara de lo que se recuerda en los últimos años. A diecisiete euros el kilo la están pagando los profesionales en la rula, aunque según señalan desde esta instalación este era el precio que tenía hace treinta años.
Oferta y demanda
La explicación, la de siempre cuando tiene que ver con cuestiones pesqueras: la ley de la oferta y la demanda. Los barcos que salen quince días a faenar están regresando con un centenar de cajas cuando lo normal sería que trajeran setecientas. Con esta escasez, no es extraño que el precio suba.
En agosto, tanto el precio medio como el máximo de la merluza superó al del bonito. En el caso de la merluza fue de 5,20 y de 19,70 euros. Eso sí, por la época del año, la preferencia por el bonito, una especie más estacional, decantó la balanza de los consumidores.
En agosto se vendieron 890.980 kilos de pescado por casi cuatro millones de euros (3.988.910 euros) unas cifras, en ambos casos, muy superiores a las registradas en agosto del año pasado cuando se subastaron 711.891 kilos de pescado por 2.823.576 euros. La rentabilidad es claramente superior este año.
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