La contaminación disminuye en la comarca, pero suben las partículas en Cervantes y Salinas

Las mayores reducciones de la contaminación se produjeron en monóxido y dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, contaminantes asociados a la combustión de fósiles, es decir, muy relacionados con el tráfico fundamentalmente. Sin embargo, la contaminación por partículas tuvo un comportamiento desigual con caídas en las estaciones de la plaza de La Guitarra y Llaranes, pero con subidas en la de Cervantes (antes Llano Ponte) y en la de Salinas, especialmente las partículas más pequeñas, las PM2,5. Estas dos estaciones son las únicas que las miden en la comarca.

La red de estaciones de medición de la calidad del aire del Principado lleva años arrojando cifras por debajo del ejercicio anterior gracias a las medidas implementadas por las administraciones y las empresas con el objetivo de reducir la contaminación en la comarca de Avilés. Hace tres años fue el primero en el que todas las estaciones cumplieron con la normativa, es decir, todos los parámetros medidos estuvieron dentro de los límites legales, y en 2019 incluso las cifras estuvieron dentro de las referencias que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más restrictivas que la legislación europea y española.

Sin embargo, en 2020, pese a todos los condicionantes que harían pensar en que esta situación podría repetirse e incluso mejorarse, dos estaciones han arrojado resultados medios anuales en partículas PM10 por encima de los que recomienda la OMS de 20 microgramos por metro cúbico, según las estadísticas que recoge el portal de Medio Ambiente del Principado.

La ubicada en la avenida de Cervantes, trasladada desde la plaza de los Oficios hace tres años, terminó el pasado ejercicio con 20,83 microgramos de media. De los doce meses en cinco de ellos se superaron los 20 microgramos. Fueron enero, febrero, marzo, mayo y noviembre. La media más alta se alcanzó en febrero con 32 microgramos por metro cúbico. Mientras que la de El Agüil, en Salinas, concluyó el pasado año con una media de 22,71, también febrero fue el peor mes y se llegó a la media de 36 microgramos por metro cúbico, la legislación española establece 40 como máximo para este contaminante.

Las partículas PM2,5, las de menor diámetro y más perjudiciales para la salud, se miden solo en las estaciones de Cervantes y Salinas, y tampoco tuvieron resultados positivos en 2020, ya que en ambas aumentaron las cantidades medias e incluso en la primera se superaron los 10 microgramos por metro cúbico que recomienda la OMS, y en febrero se alcanzaron los 14. Valores más bajos se registraron en El Agüil, con una media anual que no llegó a los 8 microgramos, pero por encima de la registrada en 2019.

En las zonas en las que se produjo una bajada en este tipo de contaminación por partículas en el aire la reducción fue prácticamente similar, de tres puntos en ambos casos y quedándose por debajo de los 20 que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

No todas las estaciones de control de la calidad del aire del Principado miden los mismos elementos. El benceno sólo lo hace la de Llaranes y el año pasado se registró una caída significativa con respecto al ejercicio anterior en el que se habían obtenido un resultado medio de 1,5 microgramos por metro cúbico. En 2020, la cifra bajó a 0,85. Sin embargo, otros dos elementos contaminantes que sólo se miden en esta estación y ligados a la producción industrial básicamente como son el tolueno y el xileno aumentaron su presencia en el aire el año pasado.

El monóxido de carbono se mide en las estaciones de la plaza de La Guitarra y Salinas, y en ambos casos las cantidades registradas están por debajo de las de 2019.

No obstante, las reducciones más importantes se produjeron en el dióxido de azufre y el monóxido y dióxido de nitrógeno, son contaminantes especialmente ligados al tráfico y a las calefacciones. Las caídas más importantes se produjeron en la plaza de la Guitarra. Aunque también es significativo cómo bajó el año pasado la cantidad de dióxido de nitrógeno en el aire en la avenida de Cervantes, pasó de los más de 21 de media en 2019 a los 15 que se registraron el año pasado.

Naturalmente los meses del confinamiento e inicio de la desescalada entre marzo y junio son los que menos contaminación se registró. Por contra, los peores del año en todas las estaciones son enero, febrero y noviembre, en los que las cifras medias alcanzaron máximos del año. Por ejemplo, en monóxido de nitrógeno en Cervantes se contabilizaron en esos meses 34, 22 y 25, respectivamente, cuando la media anual se quedó en 13,8: O en partículas PM10 en Llaranes se registraron de media 26, 27 y 26 microgramos por metro cúbico, por encima de lo recomendado por la OMS.

En la plaza de La Guitarra en esos meses en dióxido de nitrógeno incluso se llegó a rondar los 30 microgramos, cuando en el resto del año la cifra estuvo casi todos los meses en torno a diez. O en Salinas se superó en febrero los 10 microgramos de partículas PM2,5, límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

El Principado de Asturias tiene una red pública de estaciones de control de la calidad del aire, pero a ellas se suman otras de las grandes industrias que no ofrecen públicamente la información sobre sus registros anuales. Entre estas se encuentran, por ejemplo, las de la Autoridad Portuaria o las de Fertiberia en Corvera, así como las de Asturiana de Zinc o las situadas en la margen derecha de la ría.

Los datos en la red pública provienen de analizadores automáticos ubicados en la propia estación y ofrecen, por lo tanto, una información evaluada in situ y transmitida en tiempo real. La página web del Principado permite comprobar en todo momento las mediciones puntuales de cada una de las cuatro estaciones de la comarca, a las que se suma la de la zona del matadero que, aunque no se contabiliza para establecer resultados globales, sí sigue emitiendo datos en la web regional. Este viernes pasado la calidad del aire en Avilés era muy buena, solo bajaba a buena en algunas estaciones en cuanto a las partículas contaminantes presentes en la atmósfera.