«Se debería visibilizar el problema del suicidio juvenil»

–Como todos los autores noveles se autoeditó y tras las buenas críticas de sus novelas vino Espasa Calpe y la fichó. ¿Fue así?

–Sí (risas). No se me olvidará en la vida. Fui la primera asombrada. Estaba entrenando cuando recibí un mensaje por Instagram. La que ahora es mi editora me había visto en una entrevista y había leído mi primera novela. Le conté la idea que ya tenía en mente y le gustó. Y creo que a los lectores también porque me dicen que se lo están leyendo en dos días.

–Usted es inspectora de policía. ¿De dónde saca tiempo para escribir?

–No sé ni responder. Todo el tiempo de ocio que tengo lo dedico a escribir. Es algo que me divierte muchísimo y no lo considero trabajo. Pero, desde luego, supone un esfuerzo porque aparte del trabajo tengo una niña de quince meses y otra en camino.

–¿Cómo es el proceso creativo?

–Siempre tengo la trama principal, los personajes y los giros. A partir de ahí, cuando me pongo a escribir, van surgiendo cosas que me sorprenden a mí misma. No dejo de escribir nunca. Si se me ocurre una, la apunto en el móvil y tengo una libreta que llamo 'la libreta del mal' en la que voy apuntando las tramas que quiero desarrollar.

–¿Adquieren vida propia los personajes?

–¡Sí! Se les coge cariño... Y odio también. En 'Hágase tu voluntad' hay uno al que vais a odiar. Por eso me dio pena concluir la trilogía con la que me estrené porque los personajes dejan de existir y es como si los hubieras matado. A Julieta le tengo mucho cariño. Para empezar es muy parecida a mí. Con Deva también me está dando pena.

–Deva Prendes es la protagonista de 'Hágase tu voluntad'. ¿Qué quería representar?

–Quería una protagonista como ella, que tiene 52 años. Es una mujer madura, fuerte y empoderada. Una mujer normal y con carácter. Estoy muy orgullosa del personaje, que también tiene algo de mí. Sobre todo, en que las dos queremos las cosas para ayer y en la autoexigencia. Siempre quiero que los casos salgan lo mejor posible.

–¿Y las novelas también, no?

–Tengo que confesar que sufro el síndrome de la impostora en todos los aspectos de mi vida. Estoy trabajando en ello.

–Siendo policía y escribiendo novela negra tendrá mucho terreno ganado, ¿no?

–Claro. Apenas me tengo que documentar de nada sobre el procedimiento. Si tengo alguna duda, acudo a alguno de los grandes profesionales que me rodean. Esta formación también me hace estar en alerta como lectora porque a veces leo cosas que sé que no se pueden hacer, como por ejemplo sacar huellas dactilares de un cuerpo.

–'Hágase tu voluntad' aborda un tema muy de actualidad, el suicidio en la adolescencia. ¿Por qué ha elegido un tema tan sensible?

–Siempre me ha llamado mucho la mente humana y por eso estudié también Psicología. Por mi trabajo sé que los suicidios están a la orden del día y me da mucha angustia pensar hasta dónde puede llegar una persona para decidir que lo mejor que puede hacer es quitarse la vida. Se hablaba del posible efecto llamada, pero yo creo que esa teoría tiene que revisarse y debemos visibilizar el problema.

–Y se desarrolla en su ciudad natal, en Avilés.

–Tenía muchísimas ganas de escribir algo que tuviera lugar aquí, pero me daba mucho respeto porque quería hacerle justicia a la ciudad en la que nací. Escribiendo me he dado cuenta de que echo de menos la tierrina más de lo que pensaba.

–Pregunta de manual. ¿La realidad siempre supera la ficción?

–Por supuesto. Y en la Costa del Sol, más. El norte es más tranquilo.

–¿Sueña con dejar la policía y dedicarse sólo a escribir?

–Me sería difícil dejar la policía porque me gusta mucho y da mucha satisfacción resolver los casos.