Detenido Natalio Grueso en Portugal tras dos años fugado de la justicia
En 2023 la Audiencia Provincial decretó el ingreso inmediato en prisión del que fuera director del Centro Niemeyer, pero nunca entró; acabó en busca y captura
Algo más de dos años llevaba fugado Natalio Grueso desde que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo decretase su ingreso inmediato en prisión para cumplir ocho años de cárcel. Su huida ha acabado. El que fuera director del Centro Niemeyer en Avilés ha sido capturado al sur de Portugal y ya ha pasado a disposición del Tribunal de Évora, según ha confirmado su abogado, Francisco Miranda, que aún está a la espera de poder comunicarse con su cliente.
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Grueso habría sido localizado por las autoridades policiales portuguesas en Évora este jueves y fue puesto a disposición judicial. El que fuera el primer director gerente del Niemeyer ya se encuentra en prisión y está asistido por un abogado portugués, a la espera de poder hablar por teléfono a lo largo de este sábado con su abogado.
Las autoridades portuguesas ya han comunicado la detención al Tribunal Superior de Justicia de Asturias a través de Sirene, acrónimo de Supplementary Information Request at the National Entries (Solicitud de Información Complementaria a la Entrada Nacional), que es un sistema de cooperación policial en Europa.
Ahora le ofrecerán cumplir su pena en España y lo entregarían a las autoridades españolas. Según ha explicado su abogado, podría ingresar en prisión en Madrid, en Asturias o en otro lugar, dependiendo de dónde se fije su residencia y otros condicionantes que deberán ser analizados.
Natalio Grueso fue condenado a ocho años de cárcel por delitos de malversación de caudales públicos y societarios cometidos en 2009 y 2011, cuando era director gerente del Centro Niemeyer. Se espera que en unos días sea entregado a las autoridades judiciales españolas, que lo tenían en búsqueda y captura desde el verano de 2023.
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Una vez confirmada la sentencia y ordenado su ingreso en prisión, los agentes no fueron capaces de localizarle en los domicilios que había notificado. De uno de los escritos presentados por su abogado, Francisco Miranda, se infería que se encontraba en casa de un amigo, pero no se especificaba la dirección. Así las cosas, y ante las sospechas de que Grueso podría haber huido al extranjero, en febrero se dictó una orden europea de detención y una requisitoria internacional que ahora ha dado sus frutos.
Dos años y medio de fuga
En los últimos años, Grueso no ha notificado su paradero a ninguna autoridad. También Miranda aseguró en repetidas ocasiones no tener noticias de su cliente. Sí pudo haber mantenido comunicaciones con personas del mundo de la cultura, dado que en este tiempo que ha permanecido sustraído de la acción de la justicia se han representado varias adaptaciones teatrales suyas tanto en España como en la República Dominicana e incluso ha publicado libros con editoriales españolas, lo que ha podido servirle como una fuente de ingreso. Se desconoce por el momento, no obstante, dónde ha estado Grueso durante todo este tiempo y cómo se ha mantenido, habida cuenta de que sus movimientos estaban vigilados internacionalmente.
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Ahora pasará a cumplir su pena de ocho años de prisión impuesta ya en julio de 2020 por la Audiencia Provincial y confirmada por el Tribunal Supremo en abril de 2023.
Dos fallos judiciales, recursos, una solicitud de indulto y una huida
avilés. Natalio Grueso fue el principal condenado por el conocido como 'caso Niemeyer'. La Sala Tercera de la Audiencia Provincial le impuso ocho años por malversación de caudales públicos en concurso con otro de falsedad en documento mercantil y otros tres por un delito societario. Los magistrados consideraron probado que Grueso «generó gastos ajenos a la Fundación Niemeyer durante todo el tiempo que duró su relación laboral». Para ello se basaron en el informe pericial jurídico en el que se analizaban las facturas de viajes, un documento que calificó como «un elemento de un valor incalculable a los efectos de determinar la realidad de lo acontecido». De hecho, señala que su «rigor y contundencia despejan cualquier atisbo de duda que se sugirió por las defensas». Pesó en su contra que durante el juicio Grueso no diera «explicación alguna mínimamente coherente que permitiera comprender la razón de la imputación de esos gastos por él autorizados a la Fundación Niemeyer».
Por contra, se absolvió al exdirector del centro cultural del delito de malversación de caudales públicos por el contrato que permitió la representación de 'Ricardo III' en Avilés y del de insolvencia punible al entender que los problemas económicos del Niemeyer no fueron provocados de forma intencionada por Grueso.
Tres años más tarde, y tras los recursos presentados por varias partes, el Tribunal Supremo terminó por confirmar los ocho años de prisión para Grueso. Rebajó, en cambio, a seis años la condena al agente de viajes José María Vigil, a quien inicialmente se habían impuesto siete años y medio por malversación, falsedad y estafa, al considerar que había falseado o alterado facturas a instancias de Grueso que no reflejaban los servicios prestados, las fechas o la identidad de las personas que había disfrutado los viajes.
Vigil ingresó en prisión decidido a cumplir su pena y pasar página, mientras que Grueso se resistió como pudo, solicitando un indulto y, finalmente, dándose a una fuga que duró hasta el pasado jueves.
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