La dirección de Azsa prepara un ajuste de personal mediante prejubilaciones

La medida se debe a las obras de ampliación. La nueva nave de electrólisis, que se llamará nave E, sustituirá a los dos líneas más antiguas y representará un importante avance tecnológico y en reducción de emisiones contaminantes. Las mejoras tecnológicas reducirán el número de puestos de trabajo necesarios en cada turno y ahí surgen las necesidades del ajuste de personal.

Será la instalación de electrólisis más grande del mundo y el reto de la dirección de la fábrica de San Juan de Nieva es mantener los índices de rentabilidad por trabajador entre los mejores de Glencore, de hecho es de las plantas más eficientes del mundo, lo que permite mantener su posición de liderazgo a pesar de elementos tan adversos como es el coste de la energía.

De ahí que se quiera ajustar al milímetro la plantilla para evitar que se disparen unos parámetros que son objeto de estricto control y comparación con el resto de plantas del grupo.

Aunque la entrada en funcionamiento de la nueva línea de electrólisis no está previsto hasta abril de 2022, un nuevo elemento ha acelerado la agenda de la dirección de Asturiana de Zinc. Y es que los sucesivos anuncios del Gobierno central sobre los posibles cambios en la normativa sobre prejubilaciones ha provocado acelerar el proceso.

De esta manera, la dirección aspira a cerrar un acuerdo con el actual marco legislativo, de una manera que resulte favorable tanto a los afectados como a la compañía.

En la reunión de ayer, la dirección informó que se solicitaría la vida laboral de todos los trabajadores nacidos en 1966 y anteriores para estudiar si cumplen las condiciones de prejubilaciones y planificarlas.

La idea clave en la reunión de ayer fue señalar que el ajuste de personal se realizaría mediante medidas no traumáticas, lo que también permite entender que se planifique con casi un año de antelación a la entrada en funcionamiento de las instalaciones.

Así, la salida de trabajadores puede producirse en otros departamentos y realizar una reorganización interna para facilitar el ajuste. El margen de tiempo con el que se aborda también facilitará la realización de los cursos de formación que fuesen necesarios para culminar el cambio, ya se dispondría del tiempo necesario para realizar este proceso.

No es la primera vez que Asturiana de Zinc vive un proceso similar. A mediados de la década de los noventa, afrontó un gran proceso de modernización con la salida de 850 trabajadores, mediante prejubilaciones y en unas condiciones que aseguraron la paz social. Más recientemente, en 2000 y 2003 se firmaron con el comité de empresa acuerdos para la prejubilaciones.