Los hidrocarburos en los sedimentos del puerto impiden usar el dragado en Salinas

La presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs) en los sedimentos de la ría de Avilés en su barra y canal desaconsejan que el material que se pudiera extraer del dragado sea vertido en la playa de Salinas para recuperar arena. Esta es la principal conclusión de una jornada sobre dragados que la Autoridad Portuaria celebró ayer en el hotel Palacio de Avilés en la que los expertos presentaron las conclusiones de varios estudios sobre un sistema «complejo» en el que los dragados son una parte del problema de la pérdida de arena en playa y dunas, pero no el único.

Tanto el estudio realizado por Tecnoambiente, presentado por Guillermo Bouza, sobre los niveles de contaminación en la ría, como el de Cedex (Centro de Estudios y de Experimentación de Obras Públicas), presentado por Ana Lloret y Ricardo Obispo, sobre los niveles de contaminación en la barra y la playa de Salinas, determinan que en lo que se refiere a elementos químicos «el patrón de contaminación es muy similar» en ambas zonas, sin embargo, en cuanto a los hidrocarburos, «las concentraciones medias en la zona de barra son cuatro veces superiores a las de la playa», mientras que en el canal de entrada, es veintitrés veces superior en la barra que en el arenal.

El fenómeno tiene su explicación en la dinámica sedimentaria, en las corrientes que, a medida que se sube la ría, son menos intensas y no mueven los sedimentos hacia afuera, lo que hace que se depositen los más finos y más contaminados en el fondo de las dársenas. El encargado de explicar esto fue Raúl Medina Santamaría, del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, que analizó las más de cuatrocientas muestras recogidas para distintos estudios en la ría en los últimos veinte años. También él fue el encargado de arrojar luz sobre las múltiples interrelaciones que hacen que desaparezca arena en una playa abierta como la de Salinas a donde las corrientes traen los sedimentos del río Nalón y en donde durante años se vertieron millones de metros cúbicos de la arena de los dragados de la ría de San Esteban, algo que ahora no se hace.

Ha influido también en la pérdida de arena la construcción del paseo de la playa que hace que las mareas fuertes la arrastren, el cambio climático y los temporales. De hecho, apuntó que si no se hiciera nada la duna retrocedería igual doce metros hasta 2050, de hecho desde los ochenta ya ha ido treinta metros hacia atrás, indicó.

En todo caso, consideró que el primer interesado en mantener el sistema dunar es el Puerto de Avilés, «porque, si se erosiona, esa arena va a entrar en el canal y habrá que dragarlo para mantener el calado, lo que es un problema», explicó.

También planteó en su intervención la necesidad de encontrar soluciones a largo plazo consensuadas entre las distintas administraciones que permitan el funcionamiento del puerto y la recuperación de arena en Salinas, «porque hoy tenemos ya un problema muy grave, actuemos o no».

Y una de esas propuestas de solución que se puso ayer sobre la mesa fue la ampliación del dique. Lo expuso José Francisco Sánchez, de Cedex, y lo secundaron algunos de los demás ponentes de una jornada que arrancó a las nueve de la mañana y finalizó a las cinco de la tarde.

Según el estudio de Cedex sobre la dinámica sedimentaria en el entorno del dique de San Juan de Nieva, este elemento de contención no alcanza la profundidad suficiente, la máxima se sitúa entre los nueve y diez metros, cuando la profundidad del cierre de playa alcanza los trece y catorce metros.

Esta es una de las razones de que la aportación de arena a la playa realizada a finales de la primera década de este siglo se perdiera, ya que se adentra en el canal. Se propone así recuperar un viejo proyecto que plantea ampliar el dique lo que reduciría también las necesidades de dragados al entrar menos arena en el canal.

La otra solución para completar la intervención en la mejora medioambiental de este sistema de ría y playa es realizar nuevas aportaciones de arena a Salinas, algo que de momento se antoja complicado, ya que no existen bancos adecuados en el Cantábrico en cuanto a granulometría. Su tamaño es más pequeño del que tiene la arena de la playa y esa, según concluyen todos los expertos, fue la principal causa de que se perdiera la aportación realizada en 2004.

Y lo que sí parece claro es que lo que no habrá será la aportación histórica de arena que llegaba del río Nalón. El Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) de la Universidad de Oviedo está llevando a cabo un estudio precisamente sobre este cauce y también en la Universidad de Oviedo se ha analizado la importancia que tiene este río y la actividad minera en los elementos químicos de los sedimentos de la ría.

Según la Declaración de Impacto Ambiental del dragado portuario, tendría que ser el puerto el que hiciera esa aportación al no poder depositar los sedimentos contaminados. Pero, ayer quedó todavía más claro que esa solución planteada es casi imposible tanto técnica como económicamente.

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