Las madres piden que se recupere el acompañamiento en los partos en el San Agustín

La soledad en uno de los momentos más especiales en la vida de unos padres, el del alumbramiento de sus hijos, es motivo de denuncia desde que estalló la crisis del Covid-19 y los hospitales comenzaron a adoptar protocolos de emergencia. Pero en el caso de los partos las familias no están de acuerdo en la rigidez de las normas y la disparidad de criterios en los centros sanitarios de Asturias.

En el caso de Avilés, la Asociación de Mujeres de Apoyo a la Lactancia Amamantar denunció ayer lo que considera «la vulneración de los derechos de muchas mujeres avilesinas respecto al acompañamiento de una persona de confianza en el parto normal o estancia postparto de las mujeres que están siendo atendidas en esta situación de alerta, que ya no se están llevando a cabo en el resto de maternidades asturianas».

La asociación recoge así las quejas de varias usuarias que han vivido en sus partos o postpartos la ausencia de acompañamiento, «a pesar de haber cursado a los servicios de Atención al Paciente en sus planes de parto y anexos a los mismos sus deseos de que no estuviesen solas durante este proceso o fuesen separadas de sus criaturas, salvo enfermedad grave por Covid-19 u otras razones».

Este colectivo asegura en un escrito remitido al gerente del Área Sanitaria III, Ricardo de Dios, y al Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología, Carlos Pérez, que estas medidas «vulneran los derechos de las mujeres recogidos en la Ley del Principado de Asturias 7/2019 de 29 de marzo de Salud» y recuerda que los expertos «siguen recomendando la presencia de acompañante, y además existen documentos técnicos que recomiendan su presencia, no solo en gestantes Covid-19 negativas, sino también en las positivas».

Las autoridades sanitarias están permitiendo, según su denuncia, «la disparidad y arbitrariedad» de estas medidas en cada maternidad. «Las mujeres afectadas nos han hecho llegar que en los hospitales de Cabueñes en Gijón, San Agustín en Avilés, Álvarez Buylla en Mieres y el Oriente, no se permite la entrada de los acompañantes durante el proceso de la dilatación y el parto, sin hacer distinción entre mujeres con Covid-19 positivo o negativo».

A 'posteriori', tras el nacimiento, en Mieres y en Avilés «no se permite el acompañamiento durante el puerperio más que en un horario restringido de cuatro horas, sin distinguir partos vaginales o cesáreas y la especial necesidad de acompañamiento permanente de estas últimas».

Amamantar asegura que entiende «que se extremen las precauciones, con pruebas de detección a gestantes y acompañantes y barreras -EPIs-, pero no se debe causar más daño producido por los actos médicos que lo que se pretende evitar». Para la asociación de defensa de la lactancia, el acompañamiento durante el nacimiento «disminuye intervenciones médicas, como instrumentalizaciones y cesáreas, causa de daños complejos en la salud de las mujeres (suelo pélvico, ansiedad y depresión postparto, o dificultades de instauración de la lactancia materna) y criaturas (recuperación respiratoria tras el nacimiento, lesiones por instrumentación...)».