Un nuevo argayo obliga a cortar cuatro horas un carril en la carretera del faro

Un nuevo desprendimiento de tierra y piedras mantuvo parcialmente cortada la carretera AS-329, en dirección al faro de Avilés, desde las siete hasta a las once de la mañana de ayer. Por desgracia, este tipo de incidentes ya no son una novedad para los vecinos de la zona, que llevan años denunciando el mal estado de la ladera y el riesgo que supone para los conductores que no se tomen medidas de seguridad.

El argayo tuvo lugar a pocos metros del punto en el se quedó colgado un camión de una veinte toneladas de peso hace tan solo un par de meses. Aquel incidente, que se produjo tras salirse el vehículo de la carretera AS-328, obligó a mantener cortada la carretera durante varios días y dejó la ladera en muy mal estado, aunque los vecinos aseguran que es un problema que ya viene de largo.

«En su día se tomó la medida de plantar varios árboles de grandes dimensiones para que sujetasen el terreno, el problema es que llevan cincuenta años sin un mantenimiento adecuado, el viento los sacude y hacen lo contrario a lo que deberían, remover el terreno y hacer que se desprendan piedras», explica Agustín García, presidente de la asociación de vecinos Enlaze, que está a la espera de mantener una reunión con la directora general de Infraestructuras.

El argayo de ayer, que taponó parcialmente el carril derecho en dirección a Zeluán desde las siete de la mañana, fue retirado en torno a las once tras varios avisos de conductores al 112. Antes de la limpieza de la carretera se tuvo que instalar una señal preventiva para desviar el tráfico mediante carril único.

En esta ocasión no hubo que lamentar incidentes mayores, pero los colectivos vecinales de la zona ya están cansados «de tener que mirar hacia arriba para comprobar que no se nos caiga encima una roca o incluso un camión», aseguran. «Tan solo se han instalado unos veinte metros de tela metálica en el cruce de las dos carreteras, pero sería necesario ampliar la protección a lo largo de la ladera», añade.

Tanto la AS-328 como la AS-329 son dos vías que soportan un intenso tráfico de vehículos pesados, lo que provoca que el asfalto de la carretera también sufra importantes desperfectos. Por poner un ejemplo, «quienes vivimos por aquí sabemos que desde noviembre pasan más de treinta camiones de Cogersa al día y cuando hay un argayo los turismos pueden intentar evitarlo, pero los camiones se pueden chocar de frente», asegura García, que confiesa que la del otro lado de la ría «es una zona que a veces continúa estando olvidada».

En la reunión que esperan mantener próximamente con el Principado, los vecinos también le recordarán que los trabajos de mantenimiento que se llevaron a cabo en verano no han mejorado el estado de las vías. «Consideramos que dieron todos los pasos mal. Segaron con un tractor pero lo dejaron a medias, pasaron una cuña para limpiar las cunetas pero las dejaron igual de sucias y, además, todo lo que limpiaron de la vía con la sopladora lo volvieron a depositar en los laterales», aseguran desde Enlaze.