El PEPA de Avilés ya luce su primer distintivo verde

Su presidente, Francisco Blanco, ha presentado esta mañana la acreditación que refleja el «compromiso de SEPIDES con la sostenibilidad». La acreditación refleja los criterios de accesibilidad del inmueble, eficiencia energética y gestión de residuos, el apoyo a la movilidad sostenible y la conexión con la naturaleza de la construcción, que se aprecia en las nuevas áreas ajardinadas del exterior y el nuevo diseño del interior.

Blanco avanzó que el compromiso de SEPIDES con el PEPA seguirá en esta línea y se trabajará para lograr identifica certificación en el edificio que alberga las oficinas de DXC y que, además, dispone de espacios en alquiler.

Sin embargo, la estrella de esta gestión ambiental será la futura ampliación del PEPA en los terrenos de baterías de cok que, tal como recordó esta mañana Blanco, será «un ecoparque, como se venido diciendo desde el principio del proyecto«. Esto supondrá un cuidado específico para las aguas pluviales, la organización de las comunicaciones que primen la sostenibilidad y medios de transporte menos contaminantes, la sostenibilidad en los materiales que se utilicen y la utilización de elementos vegetales, especialmente en las áreas más próximas a las zonas urbanas.

Con todo, el gran reto es la descontaminación del suelo, una tarea especialmente complicada por la actividad industrial durante más de medio siglo. Blanco recordó que, en la actualidad, siguen los trabajos de una comisión específica integrada por técnicos de Medio Ambiente del Principado, personal de la Confederación Hidrográfica del Norte, Emgrisa (la empresa pública especializada en la descontaminación de suelos) y de la propia Sepides, para fijar los parámetros de descontaminación que permitan la futura actividad industrial. Se han realizado varios sondeos al suelo y el grupo de trabajo se encuentra en su fase final, desveló Blanco, que en agosto del pasado año había fijado un plazo de entre ocho y diez meses para cerrar esta fase del proyecto. Los cambios en los diferentes equipos y el estudio del terreno ha provocado la demora.

Ello no ha impedido que se haya adjudicado la redacción del proyecto de urbanización del futuro polígono a la unión temporal de empresas integrada por Applus Norcontrol y Antea Iberolatam por un importe de 187.482,55 euros antes de impuestos y un plazo de ejecución de siete meses. La idea de Sepides es que la ejecución de la urbanización y la descontaminación vaya en paralelo.