La Policía señala al clan de La Reguera como el origen de droga que se vendía en toda Asturias
Un total de doce personas han sido detenidas en el marco de la Operación Algodón en Avilés y Gijón
ALEJANDRO L. JAMBRINA
AVILÉS.
Viernes, 16 de agosto 2019, 02:20
El juzgado por fin ha levantado el secreto de sumario en torno a la investigación que derivó en una macrooperación contra el tráfico de drogas llevada a cabo hace una semana en la pequeña barriada de La Reguera, en Llaranes. Según la información ofrecida por fuentes policiales, un total de doce personas (once hombres y una mujer) fueron detenidas en la denominada Operación Algodón llevada a cabo en Gijón y Avilés, donde, según las mismas fuentes, un clan familiar controlaba un punto de distribución abierto de forma permanente durante todo el año y que abastecía a proveedores y consumidores de toda Asturias desde La Reguera.
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En los diez registros realizados por la policía y coordinados por el grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Gijón -que contaron con la ayuda de agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (Goes), llegados desde País Vasco, y prácticamente la mayoría de efectivos destinados en los servicios asturianos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR)- se han intervenido finalmente 900 gramos de sustancia estupefacientes (cocaína, heroína y hachís), un kilo de sustancia para adulterar la droga y varias básculas de precisión. En los registros también se han incautado 97.000 euros, un arma de fuego y cinco pistolas simuladas, así como numerosas armas prohibidas como dos táser, machetes, un hacha, un puño americano y cuatro tirachinas preparados para lanzar bolas de acero.
La investigación se inició el pasado mes de julio, cuando los agentes del grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Gijón descubrieron un punto de venta de droga 'al menudeo' en un parque del barrio gijonés de La Calzada, lugar donde se distribuían sustancias estupefacientes de forma habitual. Tras cuatro meses tratando de averiguar los canales de aprovisionamiento de los que se servían para conseguir las sustancias los vendedores, la Policía Nacional descubrió que existían dos vías diferenciadas para abastecerse de cocaína y heroína, la cocaína era distribuida por dos proveedores que residían en Gijón, mientras que la heroína se conseguía a través de los contactos mantenidos con una familia de Avilés, quienes eran los encargados de la adquisición y venta de esta sustancia en toda la región desde el barrio de Llaranes.
Una vez identificados todos los implicados, se estableció un dispositivo para neutralizar este punto de venta que, además, generaba inseguridad y problemas de convivencia en el barrio desde hacía meses. No obstante, la primera fase de la Operación Algodón se llevó a cabo a finales del mes de julio en Gijón, concretamente con el registro de cuatro viviendas en los barrio de La Calzada y Roces en los que se detuvo a seis personas y se incautaron 850 gramos de cocaína, varios tipos de armas y un total de 50.000 euros en efectivo.
El poblado avilesino de La Reguera formó parte de la segunda fase del operativo, en la que se registraron seis viviendas y se localizaron casi 47.000 euros, varias armas y ocho vehículos de alta gama que, presuntamente, eran fruto de las ganancias obtenidas con la distribución de la sustancia estupefaciente.
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La mayor parte de los detenidos en esta operación tenía antecedentes por delitos contra la salud pública y ya habían sido detenidos en los últimos años por tráfico de drogas. De las seis personas detenidas en Avilés, todas ellas miembros de la misma familia, tan solo uno ha llegado a ingresar en prisión preventiva, ya que el juez considera que era el que «ejercía el liderazgo». Los cinco restantes han quedado en libertad con cargos.
Los vecinos del núcleo de La Reguera aseguran que el barrio se ha quedado vacío tras la operación policial antidroga. Aún así, muchos de ellos han evitado hacer ningún tipo de declaraciones sobre lo sucedido «por miedo a posibles represalias». Quienes han hablado, aseguran que venían advirtiendo una mayor afluencia de compradores durante los últimos meses y confiesan que viven con miedo «porque son familias conflictivas que han generado muchas reyertas últimamente». Incluso se pueden observar agujeros de bala en algunas de las fachadas de la barriada.
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Los colectivos vecinales del barrio de Llaranes han hecho un llamamiento para que se aumente la vigilancia en la zona «porque no nos sentimos del todo seguros», afirman. Además de esta macrooperación en La Reguera, el las últimas semanas también se han vivido en el barrio otros episodios dramáticos como la pelea en el poblado de El Cruce, que acabó con un hombre hospitalizado en coma y la huida de muchas personas por miedo a represalias entre familias. También se han perpetrado varios robos en la zona, el ultimo se produjo la semana pasada en la cafetería Santa Bárbara, en la Plaza Mayor, en la que dos individuos entraron a robar rompiendo una ventana del local.
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