Dalí se instala en la Cúpula del Niemeyer en marzo

Hasta el 18 de junio se podrá visitar este particular viaje por el universo de un artista múltiple cuya trayectoria no se podría entender sin los libros ilustrados que desarrolló, lo que le convirtió en un gran grabador que dominaba la punta seca, el aguafuerte o la xilografía.

La exposición pone el foco en la etapa posterior a los años treinta del siglo pasado, cuando el genio surrealista comienza a darle mayor importancia a las ilustraciones. Lo hizo a través de cinco grandes libros a los que puso imágenes: 'La divina comedia', 'La vida es sueño', 'Roi je t'attends à Babylone, 'Don Juan Tenorio' y 'Fausto (La noche de Walpurgis)'.

A la obra de Dante dedicó Dalí 103 acuarelas realizadas en 1949 por encargo del Gobierno italiano, que finalmente se desentendió del proyecto que, sin embargo, Dalí no abandonó. Trabajó cinco años para transferir cien de esas acuarelas a las planchas de xilografía talladas a mano. Empleó tantos colores Dalí que el proceso fue enormemente complejo. En Avilés se verán esas cien xilografías originales sobre papel vélin pur chiffon de Rives.

'La vida es sueño' de Calderón de la Barca tiene mucho que ver con el propio Dalí y con el surrealismo que practicaba, cuyo origen está en los sueños y el subconsciente. Aquí ejecuta dibujos de gran detalle y un grabado muy experimental en aguafuerte sobre papel Richard de Bas.

Para 'Fausto', la tragedia de Goethe, Dalí concibe una serie entre 1968 y 1969, en la que busca entremezclar el poder con la sabiduría y donde quien mira es testigo de pactos con el diablo y aquelarres. Son 21 obras realizadas con la técnica de la punta seca con papel Arches.

Fue en el año 1973 cuando Dalí llevó a cabo 'Roi, je t'attends à Babylone', con referencias bíblicas y temas tan comunes en su plástica como el deseo y la muerte muy presentes. Para esta obra de Malraux Dalí imaginó y dio forma a catorce obras en punta seca en blanco y negro en las que destaca el virtuosismo que se advierte sobre papeles Vitela, Rives y pergamino.

Por último, la exposición presenta las obras realizadas por Dalí para la puesta en escena de 'Don Juan Tenorio', en manos del Reina Sofía y que prácticamente no han sido expuestas hasta ahora. Son diseños originales que demuestran su pasión por el teatro y los clásicos de la literatura. Luis Escobar dirigió el montaje teatral en 1949 del que Dalí aceptó el encargo de realizar escenografías y figurines. Los bocetos que se conservan son de una segunda versión de 1950.