Wild Honey

«Cuando escribo las canciones, se me olvida que luego las voy a tocar en un escenario»

¿Cómo va a ser este concierto en la caja escénica del Jovellanos?

Es un sitio increíble, me apetece mucho ir porque creo que hay pocos sitios así en España. Los conciertos que estoy dando ahora los doy sin banda, pero intento utilizar elementos electrónicos como cajas de ritmos y, al final, con estos diferentes instrumentos, se cuenta una historia y se aprovecha para hacer algo muy especial.

Son canciones que mezclan lo íntimo con la ciencia-ficción, ¿cómo combinan estos dos estilos?

Mi último disco salió en 2021, una época que fue para mí muy extraña porque, en muy poco tiempo, fui padre de dos niños y tenía la sensación de extrañeza. Estaba viviendo cosas muy íntimas y especiales y muy extrañas. Viví un año y medio en el que no era consciente de estar escribiendo canciones, pero iba grabando notas de voz con fragmentos. Al cabo de unos meses, pensando que la crianza me había quitado de hacer música, abrí mis notas de voz y me di cuenta de que tenía un disco prácticamente hecho, que me resultaba ajeno. Yo no recordaba haber hecho ninguna de esas canciones porque esas notas de voz recogían toda la vida íntima de lloros de bebés y gritos. Me parecían una especie de película.

Con tantas vivencias personales en las canciones, ¿siente pudor cuando las interpreta sobre el escenario?

Hay una cosa que se me olvida cuando escribo los canciones y es que luego las voy a tocar en un escenario. Luego me doy cuenta de que estoy contando algo que va a salir de la habitación donde escribo, pero ese vértigo me resulta interesante y me parece un ejercicio bonito, a la hora de escribir canciones.

Esa época surrealista que estaba viviendo, ¿le ayudó a componer en español y dejar atrás el inglés?

Yo empecé de adolescente en grupos de punk y de hardcore y, en aquella época, la inercia de esas bandas era hacer canciones en inglés. Durante mucho tiempo, componer era un juego con el inglés, pero ya estaba amortizado. Empezar a escribir en castellano era como empezar a usar un nuevo instrumento y estoy muy contento. Son épocas diferentes y, sin renegar de nada de lo que he hecho en inglés, estoy muy contento ahora de contar cosas enfocado en la letra.

También ha hecho varias bandas sonoras de películas, ¿es distinto trabajas para el cine que para usted mismo?

Es muy diferente, pero es muy enriquecedor porque trabajas al servicio de un director que tiene una idea para su peli. Además, estás ayudando a completar una visión que es ajena. Es gratificante porque sales de tu carretera y de tu estilo, en una banda sonora, el mundo se me abre y eso repercute en Wild Honey.

¿Cómo ve el panorama musical actual para artistas como usted, de salas?

Estoy bastante desconectado de la industria porque hago la música desde mi casa sin una vocación comercial. Hago canciones porque me encantan, pero tocar es muy difícil porque hay pocas oportunidades tan bonitas como esta de Gijón. Tampoco hago un esfuerzo para integrarme en ese mundo de grandes conciertos.

¿En qué esá trabajando ahora?

Acabo de terminar cuatro canciones nuevas y las tocaré este domingo en Gijón, así que será una prueba interesante.

¿Cómo son esos cuatro temas?

Pues el año pasado murió mi padre después de una enfermedad bastante tremenda y esas cuatro canciones han salido de vomitar esa experiencia. Tenía la necesidad de no olvidar ese año y medio de enfermedad y recordarlo de alguna manera. Transformo algo muy feo en canciones.