José Luis García, coordinador del ciclo Encaja2, celebra el éxito de esta propuesta gijonesa. J. M. PARDO

Encaja2 se muda a la Biblioteca Nacional

La institución madrileña guardará las cintas de los 126 conciertos que se hicieron en la caja escénica del Jovellanos dentro de este ciclo

Ana Ranera

Gijón

Lunes, 13 de mayo 2024, 02:00

Un bote de gel hidroalcohólico daba la bienvenida al Teatro Jovellanos el día que empezó el ciclo Encaja2. Era julio de 2020 y, con aquel concierto de Óscar Mulero en la caja escénica, se volvieron a abrir las puertas de un coliseo que llevaba cuatro meses cerrado por culpa de un bicho que paró nuestras vidas, dejándolas huérfanas de música en directo. Eran tiempos de bocas tapadas y distancias de seguridad, pero, a pesar de ello, llegó a nuestra ciudad una nueva propuesta cultural que ahora, diez temporadas después, se instalará en la Biblioteca Nacional.

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Será este jueves cuando las grabaciones de los 126 conciertos que se han llevado a cabo dentro de este ciclo pasarán a guardarse entre las paredes de la Biblioteca Nacional. Y esto es todo un hito, ya que nunca antes un proyecto de estas características, grabaciones audiovisuales de música en directo, había formado parte de los fondos de esta institución. Eso hace que el coordinador de Encaja2, José Luis García, considere la noticia la mejor manera de «reafirmar lo que somos».

Él recuerda que nacieron con el objetivo de ser «un proyecto de comunicación. Nosotros generamos contenido audiovisual propio y pensamos que ese patrimonio cultural que estábamos generando tenía que estar preservado y documentado». Y no hay mejor lugar en nuestro país para atesorarlo que la Biblioteca Nacional porque «Encaja2 es nacional».

A partir de ahora, «pase lo que pase y, aunque se caiga YouTube, todas las grabaciones que hemos hecho a lo largo de estos casi cuatro años ya pertenecen a la sociedad». Son patrimonio de todos los españoles, y eso a pesar de que esta propuesta nació como una «iniciativa humilde hecha desde Gijón», que ahora viaja mucho más allá de nuestras fronteras.

También irá mucho más allá de nuestros tiempos porque la Biblioteca Nacional será su casa para siempre y, según García confiesa, «esa es la mayor alegría». «Se nos dibuja una sonrisa en la cara solo con pensar que cada instante que aconteció en el teatro se afiance de esta manera».

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Él además quiere aprovechar este paso de gigante en su andadura para destacar «la generosidad de todos los artistas asturianos que participaron en la primera temporada sin que tuviéramos ningún bagaje». A ellos los convencieron «a base de entusiasmo» y, a partir de entonces, lo de Encaja2 fue un no parar de conciertos con «una esencia que obece a un proyecto personal». Las suyas son actuaciones con carácter porque eligen grupos en los que reine «la honestidad» sin importar el estilo musical en el que se muevan.

Lo dice Óliver Suárez, el presidente de Divertia: «Este reconocimiento de la Biblioteca Nacional pone en valor el esfuerzo de los responsables de este proyecto y de los programadores y productores de Divertia». Esos currantes, junto con el público, los artistas y los espectadores que ven los conciertos a través de una pantalla, permitieron que este ciclo agitara la ciudad cuando nadie se atrevía a moverse.

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