Las ‘redsticks’, apeadas de la lucha por las medallas

Muchos nervios, superadas por la magnitud de la cita, lastraron a las discípulas de García Cuenca, que apenas fueron capaces de pisar el área rival en un puñado de ocasiones en todo el partido hasta que se vieron desahuciadas en la recta final. Al contrario, la gran protagonista del duelo fue Clara Pérez, guardameta española, que consiguió mantener con vida a España con tres paradas de enorme mérito.

Durante los primeros treinta minutos tan solo hubo un penalti córner para cada selección. Las belgas se encerraban muy bien en defensa y evitaban que las redsticks pudieran desplegar su juego. En el tercer cuarto intentó España ser más agresiva en ataque, pero la consistencia belga impidió cualquier sorpresa.

Nada se movió hasta la última manga, en la que Bélgica anotó muy pronto. Una internada por la derecha acabó con el remate a gol de Marien desde el corazón del semicírculo, anticipándose a María López. Cuando se esperaba una reacción por parte de las españolas, Englebert anotó a través de un penalti córner de laboratorio muy bien diseñado por Bélgica, tercera en el ránking mundial.

Quedaba tiempo por delante para poder obrar el milagro y García Cuenca apostó por cambiar la portera por una jugadora de campo. Así llegaron por fin las mejores ocasiones para España, pero nunca lo suficientemente claras para poder abrir el marcador.

Después de un torneo un tanto irregular, las redsticks se ilusionaron con la posibilidad de emular a sus compañeros que derrotaron a Bélgica un día antes, pero la realidad se impuso y se marcharon de los Juegos sin poder ofrecer el nivel esperado en el día más importante.