Pablo Carreño, el tenista gijonés que se ha convertido en una estrella mundial

Pablo Carreño ha dejado de ser una promesa del tenis asturiano para convertirse en toda una estrella del deporte a nivel mundial y así lo corrobora su extenso currículum. Nacido el 12 de julio de 1991 en Gijón y forjado en el Grupo Covadonga, tiene en su haber un Masters 1000 y una medalla olímpica, dos logros que difícilmente hubiera podido conseguir sin el apoyo incondicional de su familia. Tanto la madre de Pablo Carreño, María Antonia Busta (que es médica de profesión), como su padre, el arquitecto Alfonso Carreño, se han convertido en dos pilares indispensables para el tenista, que siempre ha estado muy vinculado con el Principado.

En Gijón se casó recientemente y en Gijón jugará —si nada cambia— una de las competiciones más especiales para él. El Palacio de Deportes acogerá en octubre un torneo ATP 250, que podría significar el debut de Pablo Carreño como profesional en su tierra. «En Gijón estaré más nervioso de lo habitual, pero espero dar un nivel alto», confesaba recientemente el asturiano en una entrevista a EL COMERCIO.

Diestro y con una altura de 1,88 metros, Pablo Carreño ha tenido claro desde muy joven que se quería dedicar al tenis y a los quince años se enfocó en su carrera profesional y se trasladó a Barcelona, donde vive actualmente, para entrenar en el Real Club de Tenis Barcelona 1899, mismo lugar al que acudió Rafa Nadal. El grupista jugó en pista dura durante mucho tiempo (hasta la adolescencia), por lo que es un tipo de superficie donde se siente muy muy cómodo, aunque Carreño considera la tierra batida como su superficie favorita y su golpe predilecto, el revés.

Actualmente Pablo Carreño acumula seis títulos de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y cuatro títulos dobles, siendo su debut profesional la conquista del torneo ITF Futures de Melilla en 2009. A partir de entonces su carrera ha subido como la espuma. Su premio más memorable fue, sin lugar a duda, la medalla de bronce lograda en los Juegos Olímpicos de Tokyo celebrados en 2021. Pablo Carreño disputó un partido impecable contra Novak Djokovich. El grupista doblegó al entonces número uno del mundo con un 6-4,6-7(6),6-3, puntuación que le hizo merecedor de hacerse un hueco en la historia olímpica.

Pero ese solo fue un punto de inflexión en su carrera. Pablo Carreño acaba de ganar el Masters 1000 de Montreal tras imponerse a Hubert Hurkacz en un gran partido (3-6, 6-3 y 6-3); un hito del tenis que solo han conseguido otros dos españoles: Manuel Orantes la de 1975 y Rafa Nadal en 2005, 2008, 2013, 2018 y 2019. De esta forma, Pablo Carreño es el decimoquinto tenista español en ganar un Masters 1000.

Gracias al Masters 1000 de Montreal -dotado con una compensación económica de 900.000 euros-, Pablo Carreño se ha situado en el número 14 del ranking de la ATP, tras sumar 990 puntos.

El triunfo profesional ha ido de la mano del triunfo personal, y es que el 2021 fue un año legendario para el tenista gijonés. No solo había conseguido, por entonces, dos títulos ATP (Marbella y Hamburgo) junto al bronce olímpico, sino que también contrajo matrimonio con su novia. Pablo Carreño y Claudia Díaz Borrego se casaron en diciembre en una ceremonia muy discreta que tuvo lugar en la finca de La Riega.

La ceremonia se celebró en Gijón, en la finca de la Riega, en una reunión muy reducida de familiares y amigos a petición de la pareja. Tanto la boda como la celebración previa -que se celebró en un restaurante a cargo de la madre de la novia- se caracterizaron por el carácter discreto de ambos, pues sólo acudieron aquellos que se encontraban en el círculo de amistades más cercano.

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