El agua de mina, el potencial de Hunosa para abordar proyectos

Las instalaciones geotérmicas de Mieres y Langreo constituyen la cara más visible del aprovechamiento hídrico en su ámbito energético que Hunosa está llevando a cabo, pero este recurso presenta otras opciones de uso. La actividad minera ha horadado multitud de galerías, generando un enorme hueco subterráneo, estimado en unos 85 hectómetros cúbicos, lo que no quiere decir que esté todo ocupado por agua. Muchas de esas galerías conectan unos pozos con otros, con lo que llegan a crear unidades de inundación independientes, lo que constituye una ventaja a efectos de gestión hídrica y aprovechamiento.

Anualmente, Hunosa bombea unos 31,12 millones de metros cúbicos para mantener los niveles de agua de sus explotaciones controlados, a lo que hay que añadir toda el agua no bombeada que es drenada de forma natural a través de bocaminas y pozos mineros. El resultado es asimilable a un embalse subterráneo de grandes dimensiones con distintas posibilidades de aprovechamiento. Entre ellas, figura el uso industrial, pero también el consumo, ya que su calidad es buena e incluso algunos afloramientos de antiguas minas de montaña constituyen auténticos manantiales.