Los empresarios asturianos reclaman un marco legal estable y medidas para impulsar la inversión

La presidenta de Fade aludió así a los fondos europeos, cuya llegada efectiva a las empresas «puede y debe servir para poner fin a los problemas estructurales de nuestra economía». Se refirió a tres ámbitos en los que las partidas procedentes de Bruselas podrían resultar esenciales. Por un lado, la digitalización, ya que nueve de cada diez directivos asturianos, según el informe, están en proceso de avanzar en este campo. «¿Qué mejor destino que este para unos fondos que precisamente vienen para hacer mejores y más resilientes nuestra economía y nuestras empresas?», planteó.

Otro destino prioritario para los fondos europeos es, apuntó Calvo, la retención de talento, que supone el principal problema para cuatro de cada diez empresarios encuestados. Así, instó a adaptar el sistema formativo para equilibrar la oferta y la demanda en el mercado laboral. El tercer ámbito es la simplificación burocrática y administrativa, que reclama el 60% de los empresarios, por lo que los fondos europeos podrían dedicarse a aligerar los procedimientos. «Cautela e incertidumbre» son las palabras que marcarán la hoja de ruta de las empresas asturianas este año, sobre todo por la inflación, los elevados precios de la energía, la escalada de los tipos de interés y la inestabilidad normativa, que «son los elementos que más complican la vida de nuestras empresas». No obstante, los empresarios no se sumen en el pesimismo, «sino todo lo contrario». Así lo demuestra también uno de los datos desglosados por Eduardo González, socio responsable de KPMG en Asturias, sobre el mayor interés de los empresarios asturianos en el acceso a los fondos Next Generation: el 34% frente al 27% nacional. Otro aspecto curioso es que, aunque perciben la situación general como desfavorable, lo cierto es que el 24% tiene previsto hacer adquisiciones este año y el 10% ya las ha realizado.

De hecho, en Asturias hay ejemplos de compañías con buenas perspectivas pese a las turbulencias. Representantes de tres de ellas -TotalEnergies, CAPSA e Isastur- participaron en la jornada para hablar de las expectativas de sus compañías y los sectores en los que se enmarcan. Para el presidente de la compañía energética en España, Javier Sáenz de Jubera, la situación es «de oportunidad», pero no solo para las energéticas, sino también para Asturias, que está en una posición «privilegiada» en este ámbito, puesto que cuenta con ingenierías, grandes consumidores de energía, fabricantes de componentes para las renovables y multinacionales como TotalEnergies. Todo esto «es un caldo de cultivo para atraer desarrollos», hasta el punto de que Asturias podría ser «un polo energético importante», apuntó.

En el caso del metal, representado en la mesa por Fernando Alonso, vicepresidente de Femetal y presidente de Isastur, este año se presente «bastante favorablemente», sobre todo para empresas como la suya, dedicadas a la construcción de infraestructuras, para las que «el panorama no puede ser mejor». No obstante, las ayudas para reactivar la economía «fluyen muy lentamente» y el problema para encontrar trabajadores persiste. Por ello, indicó la urgencia de hacer más atractivo un sector que cuenta con buenas condiciones laborales y estabilidad.

También es optimista el director general de CAPSA Food, José Armando Tellado, aunque subrayó que hay «condiciones regulatorias que son mejorables» para facilitar la reactivación de las empresas asturianas. Así, apuntó la necesidad de que haya mecanismos de ajuste para controlar las importaciones a Europa y, en el plano nacional, hizo referencia a la «unidad de mercado». Asimismo, aludió a las oportunidades de Asturias para convertirse en «un polo de atracción de tecnología e innovación» vinculado al agua, un recurso que escasea en otras regiones españolas.