La huelga del transporte amenaza ya con parar a las empresas
CAPSA y Reny Picot podrían llegar a paralizar la recogida de leche, la alimentación ya advierte de desabastecimiento y el metal empieza a detener procesos
Los paros del transporte por carretera están llevando a la economía asturiana a una situación límite. Varias empresas anuncian ya que les quedan pocos días para poder seguir produciendo con normalidad y advierten de que, de mantenerse la situación, tendrán que detener su actividad. La tercera jornada de los paros nacionales convocados por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte -secundados en la región por UITA- para reclamar mejores condiciones laborales y soluciones a los problemas económicos del sector, unido al llamamiento de Cesintra a no prestar servicios, ha vuelto a tener una respuesta masiva, dejando polígonos, puertos y empresas con una actividad muy mermada, presencia de muchos piquetes y varios asaltos a camiones en marcha en diferentes puntos de la región, uno de ellos con un conductor herido.
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En el sector lácteo, la situación es muy preocupante. CAPSA, que no está teniendo problemas para recoger la leche pero que no puede expedir productos ni recibir otras materias primas, advierte de que tiene un margen de «días» para seguir con su actividad. «Se puede llegar al colapso», afirman fuentes de la empresa, que ven cada vez más cerca el momento de «parar la producción». Incluso, sostienen, «se complicaría la recogida de leche» al no tener capacidad de procesarla. En Reny Picot la situación es límite. Fuentes de la compañía mantienen que el margen es de «un día o dos» antes de verse obligados a parar la producción al no poder dar salida a sus productos ni recibir materias primas, más allá de la leche, por la falta de transporte. «Tendremos que dejar de recoger leche», advierten. La Federación Nacional de Industrias Lácteas, en la que se integran las dos compañías asturianas, ha anunciado que se ve abocada a suspender la producción. No obstante, tanto CAPSA como Reny Picot mantienen un margen de días para llegar a tomar esa decisión.
Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias, alarmada por esta información, ha indicado que «es tremendo, vamos a tener que tirar muchos miles de litros de leche». Cruzado ha explicado que la inmensa mayoría de los ganaderos asturianos tienen «capacidad para mantener en frío la cantidad de leche que se produce entre recogida y recogida, lo máximo, dos días». Todo lo que exceda esa producción y no se recoja tendrá que ser desechado. Asturias produce actualmente algo más de 550.000 toneladas de leche anuales, por lo que la producción diaria ronda las 1.500 toneladas. Al precio que se les paga a los ganaderos, eso supondría en torno a 600.000 euros diarios.
El sector del metal también se encuentra muy tensionado. Empresas de tamaño medio, de más de 200 trabajadores, se están viendo obligadas a parar procesos de producción por la falta de materias primas, sobre todo aquellas que incluyen líneas de decapado y galvanizado. El presidente de Femetal, Guillermo Ulacia, ha apuntado que este es el primer paso para la paralización completa de la actividad de muchas compañías. «Las situaciones son diferentes, pero el plazo medio máximo es de una semana», ha dicho.
La situación en la alimentación no es mucho mejor. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) alerta de «graves problemas» en el funcionamiento de la cadena de producción debido al bloqueo de carreteras. Especialmente preocupados se muestran por las limitaciones al movimiento de productos frescos y animales, que están dejando a los mataderos «con una actividad mínima y la consecuente amenaza de desabastecimiento». El mercado de ganados de Siero no ha recibido este miércoles ningún animal, por lo que se espera que hoy no haya actividad comercial.
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Las asociaciones empresariales que representan a la cadena de valor del gran consumo (Aces, Aecoc, Anged, Asedas y la propia Fiab) reclaman al Gobierno garantizar la cadena de suministro y advierten de que la actuación «cada vez más beligerante» de los convocantes se traduce ya en «dificultad para abastecer los puntos de venta». Las distribuidores de la región mantienen que la mercancía está llegando a las tiendas y garantizan el abastecimiento.
La gran industria con procesos de producción continua afronta también una situación complicada. El Clúster de Industrias Químicas y Procesos del Principado, en el que se integran firmas como DuPont, Química del Nalón, ArcelorMittal y AZSA, ha expresado este miércoles su «profunda preocupación» por el impacto que el paro está teniendo en las plantas asturianas. «Varias empresas han tenido que ralentizar ya la producción y otras pueden llegar a parar por completo en los próximos días si la situación actual no se soluciona», sostienen. Algunas de ellas han llegado a acuerdos con UITA para mantener una suerte de servicios mínimos que les permitan mantener procesos críticos, pero siguen sin poder expedir producción por carretera. «La recogida de la leche no se ha tocado, el reparto de pienso tampoco y a grandes empresas como Arcelor y AZSA se les dieron servicios mínimos», ha afirmado. Según el presidente de UITA, otras firmas más pequeñas que se pusieron en contacto con ellos recibieron el mismo trato. La negociación no se produjo directamente con las grandes firmas, sostiene Fernández, sino con las compañías que les prestan servicios de transporte, instadas, eso sí, por sus clientes. «No se trata de ahogar a nadie, son empresas que necesitamos», ha explicado el presidente de UITA, quien ha confirmado que también están llegando camiones con género, en menor medida de la habitual, a los centros logísticos de distribución de alimentos.
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En los principales puertos de la región, tampoco hay movimiento de camiones, más allá de los que lo hacen escoltados. En Gijón, fuentes portuarias centran la problemática en los contenedores, que no se pueden expedir, mientras que en Avilés muchos graneles no se pueden mover ni siquiera dentro del puerto, lo que aumenta, día a día, el riesgo de saturación.
Pescadores
Mientras que las negociaciones con el Gobierno central avanzan, no parece que lo hagan lo suficientemente deprisa como para que los pescadores no se vean obligados a afrontar la última decisión que les gustaría tomar: amarrar sus barcos. De momento, no se ha decretado un parón total de la flota asturiana, pero ya son muchos los que lo van haciendo a nivel individual: los seis de cerco, los nueve que faenan en caladeros de aguas comunitarias, dos volanteros y más de una veintena de otras artes.
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«La cosa pinta muy mal», ha asegurado Adolfo García, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias. Ha señalado, además, que a la subida del precio del gasoil, que ya les traía de cabeza desde hace semanas, se suma ahora la huelga del transporte.
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