«Para que el medio rural esté vivo hay que dotarlo de recursos»

«El medio rural está vivo y ofrece oportunidades, pero para que la gente pueda quedarse en él hay que dotarlo de recursos y mantenerlos. Ser pocos no debe restar derechos», reivindica Juan Manuel Polentinos, director gerente de la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (Coceder). Esta organización social concentra su esfuerzo en formar y promover el emprendimiento sostenible en las zonas rurales de todo el país. Esta labor ha contado con el apoyo de la Fundación la Caixa.

En Asturias, además de algunas de sus acciones concretas, Coceder colabora con El Prial, en Infiesto, y la Fundación Edes, en Tapia de Casariego. Su programa se enmarca en el contexto de «la sensibilización y la lucha contra la despoblación del campo», apunta Manuel Polentinos. La actuación se lleva a cabo en dos áreas. Por un lado, se interviene en la formación para el emprendimiento sostenible. Por otro, la organización ha incorporado itinerarios integrados para luchar contra la pérdida de habitantes en los pueblos. Para poder fomentar la inclusión y participación de las personas que viven en el campo, «para que puedan seguir haciéndolo» o atrayendo a nuevos pobladores.

En este sentido destaca la importancia de «ofrecer oportunidades a las personas jóvenes para que puedan proyectar alguna iniciativa en el territorio en el que viven o bien». Con esta finalidad, en 2019 se puso en marcha la plataforma digital volveralpueblo.org que incorpora un banco de casas, tierras y negocios.

A través de la investigación realizada en determinadas zonas, entre ellas Asturias, «se localizaron casas que se podían poner al servicio de otros moradores con alquileres u otras fórmulas. También se detectaron parcelas e, incluso, negocios que pueden traspasarse. Con esta información lo que hacemos es orientar y ayudar a los emprendedores que quieren apostar de una forma sostenible por el medio rural», explica Polentinos.

El éxito de la iniciativa ha hecho que «unas 2.500 familias de todo el país, e incluso del extranjero, se interesen por ella». El oriente asturiano comienza a beneficiarse de la iniciativa. En Infiesto, por ejemplo, «una emprendedora, tras asentarse, está a punto de abrir una pastelería», destaca el director gerente de Coceder.