Empresarios de la región plantean que Asturias fabrique su propio coche eléctrico

Asturias quiere ser pionera en el desarrollo del vehículo eléctrico con un coche producido íntegramente en la región. Esa es la idea con la que Adriano Mones, presidente del Clúster de Movilidad Eléctrica y de la Asociación para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aideve), se presentó ayer en su reunión con el consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño. Mones indicó que «es un proyecto que estamos iniciando en Asturias y que tiene que ver con la movilidad eléctrica y el área central de la región».

El planteamiento parte de «un proyecto integral que se basa en la industrialización de la movilidad eléctrica en la región y en el desarrollo tecnológico que la acompaña». Esto significa aprovechar las industrias especializadas del sector y tecnológicas que están implantadas en la región, como fabricantes de infraestructuras de recarga o de la tecnología vinculada al coche compartido y conectado, para desarrollar una planta de ensamblaje que dé como resultado «un vehículo propio» asturiano. Para ello, el clúster necesita el apoyo económico institucional, que «será el detonante para que el proyecto salga adelante».

Adriano Mones indicó que «pensamos en ensamblar vehículos eléctricos en la región. El proceso es muchísimo menos complejo que el de un vehículo térmico, porque hablamos de un número muy importante de componentes menos. Es una forma más fácil de industrializarlos. De hecho, pronto veremos este tipo de cosas en Asturias y en otros lugares de España».

En principio, la idea es ensamblar un vehículo eléctrico con patentes asturianas destinado únicamente a flotas, como pueden ser las de vehículos de las administraciones o de empresas de alquiler, entre otras. Pero no va a resultar barato y por eso el clúster necesita recabar el mayor número de apoyos posible: «Hablamos de inversiones para desarrollar un primer prototipo de vehículo eléctrico y la planta de ensamblaje, continuando después con el propio proceso de industrialización más a largo plazo».

Pero, ¿cuándo se espera que pueda salir de la planta el primer vehículo eléctrico puramente asturiano? Mones se mostró convencido de que «antes de diez años». Para que toda esta idea se pueda llegar a realizar, es precisa una inversión mínima inicial de «50 millones de euros en un primer momento. Todo lo que queremos hacer aquí, como el desarrollo de la tecnología, se podrá exportar al resto del país, del continente o a Latinoamérica, donde tenemos grandes relaciones empresariales y políticas y son países con graves problemas de contaminación». Pero lo que está claro es que, para Adriano Mones, «la financiación tiene que ser pública y privada».

Aedieve cuenta con numerosos socios y patrocinadores de los sectores de fabricantes de vehículos, puntos de recarga, operadores de movilidad, plataformas de interoperabilidad, renting, flotas, ingenierías, industrias de componentes, centros tecnológicos, banca y talleres de reparación. Según sus datos, el año pasado se matricularon en España 24.261 vehículos eléctricos, alcanzando un parque de 76.430. También se matricularon en 2019 un total de 7.424 vehículos híbridos enchufables. Pero hay que tener en cuenta que el Gobierno de España se ha marcado como objetivo que en el país haya cinco millones de vehículos eléctricos en el año 2030.

El proyecto planteado por Adriano Mones pretende aprovechar el impulso que se habrá de dar a este tipo de vehículos, según las previsiones del Gobierno estatal.