El viaje de un paquete desde Amazon a la puerta de tu casa

Hace poco más de dos décadas parecía impensable disponer de un amplísimo surtido de productos disponibles a golpe de clic. Eran los inicios de Amazon, cuando la compañía de Jeff Bezos estaba especializada en la venta de libros. Ahora, la globalización y los avances tecnológicos han permitido que se convierta en un escaparate mundial. Nunca podrá competir con el negocio local en cercanía y trato personalizado, por lo que intenta suplir esta carencia con un funcionamiento sencillo y una entrega ágil. Pero el proceso que está detrás del clic está pensando al milímetro. En realidad, se inicia antes, con el envío de los productos a los centros logísticos por parte de las pymes que utilizan esta plataforma para extender su radio de acción. Con estas operaciones que se realizan a diario, Amazon se asegura de contar con existencias disponibles para atender las demandas de los clientes.

Después, los productos llegan a los distintos centros logísticos de Amazon en camiones articulados y se trasladan al interior con cintas transportadoras para iniciar el viaje que los llevará hasta los clientes. Cuando un usuario pulsa el botón de 'comprar', el sistema manda la orden al centro logístico donde esté almacenado este producto, y comienza la preparación del pedido. Primero, uno de los trabajadores tiene que recoger el pedido en donde haya sido guardado. A continuación, lo envía al siguiente proceso, donde otros empleados verifican que el producto sea el correcto y esté en perfectas condiciones.

Cada artículo, almacenado de forma aleatoria con otros millones de productos -«un método que garantiza que hay una amplia gama a mano»- llega rápidamente a un empleado para la selección con la ayuda de un 'drive' robótico que mueve la mercancía por el centro. Dispositivos tecnológicos que previsiblemente estarán en el centro logístico que Amazon construirá en el polígono de Bobes y que comenzará a operar a finales de 2022. Una vez que se ha seleccionado el producto, se desplaza por las cintas transportadoras para el empaquetado. Por el camino, «un sistema informático supervisa el progreso y pesa la caja ya empaquetada para garantizar que el pedido es correcto», según explica la compañía. Después del pertinente etiquetado con la dirección del cliente, la caja se asigna a un camión articulado que está esperando en función del método de envío, la velocidad de entrega y la ubicación.

Los camiones articulados de Amazon, que transportan más de 2.000 cajas en cada trayecto, llevan los pedidos desde los centros logísticos hasta los de clasificación -normalmente una estación logística- en función de la ubicación y la velocidad de entrega requerida. Desde ahí, una de las empresas de reparto que colaboran con la multinacional lo entregará al cliente final. Desde estos centros de clasificación, los pedidos llegan a los hogares a través de diferentes tipos de transporte, desde camiones a bicicletas o motos.

Amazon cuenta con diferentes tipos de centros. La diferencia entre ellos radica en el tamaño de las naves y la función que se realiza en su interior. Por ejemplo, en los centros logísticos -como el que se proyecta en Siero- se almacenan y preparan los pedidos; mientras que en los de distribución se gestionan los paquetes recibidos desde los centros logísticos antes de que sean transportados a las estaciones logísticas -como la ubicada en Granda-, donde serán recogidos por los repartidores para entregarlos a los clientes.

1- Pymes

Un negocio envía sus productos a un centro logístico.

2- Centro logístico

Los productos llegan a los centros logísticos de Amazon en camiones articulados y se trasladan al interior con cintas transportadoras.

3- Selección con robots

El producto, almacenado de forma aleatoria con otros millones de productos, se lleva rápidamente a un empleado para la selección con la ayuda de un 'drive' robótico que permite mover la mercancía por el centro.

4- Empaquetado

Una vez que el producto se ha seleccionado, se desplaza por las cintas transportadoras para el empaquetado. Por el camino, un sistema informático supervisa el progreso y pesa la caja ya empaquetada para garantizar que el pedido es correcto. Tras el etiquetado con la dirección del cliente, la caja se asigna a un camión articulado que está esperando en función del método de envío, la velocidad de entrega y la ubicación.

5- Camión, bici o moto

Los camiones articulados de Amazon, que transportan más de 2.000 cajas en cada trayecto, llevan los pedidos desde los centros logísticos hasta los de clasificación, en los que los paquetes se distribuyen en función de la ubicación y la velocidad de entrega requerida. Desde los centros de clasificación, los pedidos llegan a los clientes a través de diferentes tipos de transporte, desde camiones a bicicletas o motos.