Siete modelos para una sanidad «estresada» tras la pandemia

Dice Concepción Saavedra, actual gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa) y número 2 en la candidatura del PSOE a la presidencia del Principado, que se siente «muy orgullosa de la respuesta» que el Gobierno autonómico dió a la pandemia, posible «gracias a que tenemos una sanidad pública fuerte».

Sin embargo, para Covadonga Tomé, candidata de Podemos y pediatra, «lo que puso en evidencia la pandemia es que el sistema no está tan bien armado como se dice». Es más, cree que «se dejó atrás a los mayores, que vivieron en una soledad enorme». Algo que también lamenta Marcial Casares, intensivista y número 8 en la lista de Ciudadanos, que aboga, además, por «prepararnos y hacer un esfuerzo en personal, para que no vuelva a pasarnos en el futuro».

Por su parte, Pilar Fernández Pardo, número 2 de la candidatura del PP y también médica, incide en la necesidad de «invertir más en ciencia e investigación» y de «dotar con más medios materiales y humanos la Salud Pública». Le ve luces y sombras a la gestión de la mayor crisis sanitaria que se recuerda. Como Josué Velasco, número 9 de Vox, que invitaba ayer al Gobierno del Principado «a hacer autocrítica», al tiempo que cuestionaba: «¿Es realmente el sistema tan robusto como se piensa?».

En representación de Foro, José Suárez Arias-Cachero, número 3 de la lista autonómica, dio una de cal y otra de arena. Por un lado, «me sentí tranquilo ante la respuesta de la sanidad y es de agradecer», pero, por otro, «hay espacios de mejora» y se ha generado «un problema de salud mental infanto-juvenil en el que debemos poner el foco».

Cerró Nuria Rodríguez, en el puesto número 4 de IU-Convocatoria por Asturias, que puso en valor la «resiliencia de la sanidad pública», que «supo responder con eficacia y de forma absolutamente magnífica».

Que faltan profesionales sanitarios, especialmente en Atención Primaria, es algo en lo que todos estuvieron de acuerdo. Las divergencias surgieron a la hora de explicar el problema y proponer soluciones. Pilar Fernández Pardo fue categórica: «Asturias no es atractiva para retener y captar profesionales, porque las condiciones aquí son malas». Propone eliminar la penalización a los médicos que compatibilizan la sanidad pública y privada, un concurso de traslados abierto y permanente, proporcionar mayor estabilidad laboral, un plan de captación de profesionales de alto prestigio o incluso reducir la presión fiscal.

Según Marcial Casares, «con incentivos, buenas condiciones de trabajo y una buena política de conciliación, los profesionales se quedarían. Y ese es el futuro, que los profesionales se queden». Ciudadanos puso el acento en la falta de personal en Atención Primaria y Nuria Rodríguez en «la necesidad que hay de profesionales sanitarios en las alas» de Asturias. No sólo eso. Abogó también por ampliar el número de plazas en la Facultad de Medicina, para evitar «el trasvase a las universidades privadas, porque la capacidad y vocación nada tienen que ver con la economía de las familias».

Foro abundó en estas dos cuestiones, aunque desde una perspectiva distinta. José Suárez considera «absurdo» que «el Principado y la Universidad sólo hayan sido capaces de aumentar quince plazas», acusó al Gobierno asturiano de «descapitalizar los hospitales de las alas» y reclamó «mejores condiciones y un 'salario emocional'» para captar talento. La receta de Vox gira en torno a dos ideas. Una, «ofertar contratos que saquen a los profesionales de la precariedad, porque ahora mismo, para cubrir una baja se pueden llegar a firmar veinte contratos de sustitución en cuatro o cinco meses». Y la otra, «proporcionar formación».

En cuanto a Podemos, Tomé empieza precisando que «identificar sanidad sólo con médicos es un error», porque «necesitamos contratar otras categorías y ampliar al máximo las competencias de enfermería». Apuesta por «flexibilizar la organización» de la sanidad pública asturiana, implantar medidas de conciliación, garantizar la equidad territorial o por un desarrollo «adecuado» de la carrera profesional.

¿Y que tuvo que decir a todo esto la gerente del Sespa? Concepción Saavedra empezó «poniéndole nombre al problema: un gobierno del PP que recortó el 50% de la formación de Medicina Familiar y Comunirtaria». Dicho esto, en Asturias «estamos trabajando en la oferta pública de más de 4.700 plazas, queremos adelantarnos al boom de jubilaciones en enfermería, vamos a ofertar la posibilidad de flexibilidad horaria para que los profesionales de las alas puedan trabajar unos días a la semana en hospitales más grandes y con más tecnología, hemos acordado condiciones más atractivas...».

Ante un año convulso en la sanidad pública asturiana, con la convocatoria de tres movilizaciones y una huelga en Atención Primaria, Saavedra sostiene que «con una plantilla de más de 19.000 trabajadores puede haber desajustes y producir malestar». Pero «aquí hemos hablado con todas las organizaciones sindicales para mejorar las condiciones de todas las categorías», afirmó. «Siempre nos hemos caracterizado por la escucha permanente», insistió, poniendo como ejemplo los acuerdos alcanzados para mejorar las condiciones retributivas de la plantilla y reorganizar el trabajo en Atención Primaria.

«Si la situación fuese tan idílica como dices, no habría movilizaciones», le rebatió Fernández Pardo. Y prosiguió: «Ha habido un intento de atender las reivindicaciones de los profesionales de saldo, in extremis ante las elecciones. Pero no se les ha tenido en cuenta en estos cuatro años». Ciudadanos circunscribe el conflicto «principalmente a la Atención Primaria», donde Casares detecta carencias «alucinantes», que «le restan prestigio a la especialidad» de Medicina de Familiar.

Nuria Rodríguez, por su parte, fue tajante: «Cuando hay conflictividad es porque o se gestionan mal los problemas o no se gestionan. El Gobierno asturiano debe aportar soluciones, como sea, y no sólo ahora porque hay elecciones». En opinión de Josué Velasco, «hay que escuchar más a los profesionales», «contratar más personal» y «acabar con la precariedad laboral». Lamenta, además, que «hayan tenido que salir a la calle para que el Gobierno reaccione».

Detrás de esas movilizaciones, apuntó la candidata de Podemos, «hay muchos profesionales y usuarios descontentos con el sistema sanitario». Y «no por dinero», puntualiza, sino «porque lo que quieren es una sanidad pública potente en la que puedan trabajar a gusto». Ante esta situación, «tenemos un Partido Socialista que nos dice que esto es un paraíso y premia a Concepción Saavedra como número 2», recriminó el representante de Foro. «Lo que significa que se reafirman en lo que han hecho mal», apostilló.

Nuria Rodríguez fue breve y muy concreta a la hora de proponer medidas que mejoren la situación en Atención Primaria, que todos los partidos coinciden en situar en la base del sistema sanitario. «Más inversión, más profesionales, menos discurso y más eficacia», resumió. La número 2 del PP fue también al grano, pero con una lista de medidas que incluye, además de mayor dotación de recursos económicos y humanos, «la desburocratización» de la atención médica, «más medios diagnósticos y terapéuticos», un mayor catálogo de servicios, mejoras en las urgencias extrahospitalarias, potenciar la enfermería o que se destine a Atención Primaria, al menos, el 25% del gasto sanitario.

«Una carta a los Reyes Magos», valoró José Suárez, que apostó por «contratar más profesionales», ofrecerles «mejores condiciones» y optimizar el trabajo asistencial, para que, por ejemplo, «un médico de Familia me pueda enviar directamente a hacer una resonancia».

Marcial Casares, por su parte, abogó por la telemedicina, por «devolverle el prestigio» a la Atención Primaria, tantos años ninguneada», por «fusionar» el servicio de urgencias y el servicio de atención continuada y también por que «la categoria de las enfermeras pase de A2 a A1». En cuanto a Vox, también elevaría el gasto sanitario en Atención Primaria, «dignificaría» la especialidad, potenciaría la educación y prevención y reduciría las agendas «para una mayor calidad asistencial.

Además de un mayor gasto, Podemos entiende que «se debe recuperar la atención comunitaria, porque en el 70% de los casos que se atienden influyen factores socioeconómicos». Y para eso, expone Tomé, «hace falta tiempo y capacitación». Añade la necesidad «de una gestión que no sea estanca» y «una reorganización del mapa sanitario asturiano». Cierra Concepción Saavedra, haciendo repaso de hechos consumados, desde la implantación de la receta electrónica a las unidades de apoyo (salud bucodental o matronas); desde los 4,5 millones de inversión en equipos que «mejorarán la capacidad de resolución de Primaria» al nuevo sistema de urgencias extrahospitalarias que se está diseñando.