Cinco consejos para perder peso más allá de los 40

La madurez es un grado. Cumplir años tiene muchos beneficios, aunque, probablemente, el mayor de todos sea simplemente el hecho de cumplirlos y persistir, un año más, en el juego de la vida. Sabiduría, confianza, sosiego… La edad tiene sus cosas buenas, pero también sus limitaciones. Entre ellas, los cambios metabólicos, que pueden llevar a que mantener el peso sea más complicado y, bajarlo, todo un reto.

Sin embargo, nada es imposible. La nutricionista Cynthia Sass, muy reconocida en Estados Unidos, -ha trabajado como consultora para diversos clubs deportivos, entre ellos los Yankees, publicado varios libros y escribe en 'The New York Times'– ofrece cinco consejos para vencer a la balanza superado el umbral de los 40 años.

La experta defiende que suprimir los carbohidratos por completo priva al cuerpo de nutrientes importantes y puede generar efectos secundarios no deseados como estreñimiento, fatiga e irritabilidad. Sin embargo, superados los 40 años, su requerimiento diario puede disminuir. Su consejo es optimizar la calidad de los que se consumen y entenderlos como un complemento, en lugar del plato principal. Para las mujeres mayores de 40 años que son activas, pero no atletas, un buen objetivo sería obtener el 40% de las calorías totales de los carbohidratos.

Quien beben mucho tiene un mayor riesgo de obesidad. Por ello, apuesta por un consumo moderado, que significa «una bebida al día», lo que equivale a una copa de vino, un tercio de cerveza o un chupito de licores destilados. El alcohol tiende a reducir las inhibiciones y estimular el apetito, por lo que puede llevar a las personas a comer más.

Cynthia Sass explica que descomponer el alcohol se convierte en la principal prioridad del cuerpo, que deja de priorizar quemar otros alimentos. Además, puede interferir en el sueño y un ciclo de sueño saludable está directamente relacionado con el metabolismo, el control de peso y la acumulación de grasa abdominal.

La nutricionista está en contra de lo alimentos dietéticos, «productos altamente procesados hechos con sustancia químicas artificiales diseñados para ser más bajos en calorías, carbohidratos, azúcar o grasa». Su consumo, advierte, puede causar estragos en el apetito, inflamación y alterar las bacterias saludables en el intestino vinculadas al control de peso.

Frente a ellos, apuesta por los alimentos reales. «En lugar de una comida congelada baja en calorías, opte por una abundante sopa de lentejas y una ensalada con aguacate. En lugar de unas pocas galletas reducidas en grasa, busque una manzana en rodajas bañada en mantequilla de almendras o unos pocos cuadrados de chocolate negro de alta calidad», propone.

También rechaza las dietas porque los enfoques de privación y de encendido / apagado son contraproducentes. Alcanzar una alimentación equilibrada debe ser el objetivo final.

Convierte las verduras en protagonistas de tus comidas, incluso en el desayuno. Algunas ideas: incluirlas en un zumo o batido, incorporar calabacín a la avena, servirlas junto a un huevo frito… Su propuesta es alcanzar las cinco raciones diarias no solo para controlar el peso sino también para aumentar las defensas, ayudar a regular el azúcar en la sangre y los niveles de insulina y favorecer una digestión saludable.

Cynthia Sass no solo no lo prohíbe, sino que lo recomienda ya que regalarse a diario una onza de chocolate negro ayuda a frenar los antojos de alimentos dulces y salados. Este alimento también puede ayudar a reducir el estrés, un importante desencadenante emocional de la alimentación. Cinco cuadraditos de chocolate negro del 70% contienen menos de 250 calorías, y proporcionan antioxidantes, fibra y magnesio.

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